El valle de Lanjarón es precioso ya que desciende suavemente en forma de U, característica de los lechos glaciares, desde el Tozal del Cartujo. Consta de dos partes claramente diferenciadas, la primera, la alpina, produce sensaciones de quietud y de calma al caminante; la segunda comienza al pie de la Morra Alta, en los Tajos Haza del Sordo y de La Cobertera, aquí la U adopta forma de V estrecha, se inclina y cae en picado hacia la Alpujarra. A la izquierda está flanqueado por Tajos Altos, el Caballo, Loma del Caballo y Loma de Lanjarón; por la derecha el Pico del Tajo de los Machos, Cerrillo Redondo y la Loma de Cáñar.
El lecho del río, rodeado por lagunillos y praderas, entre las que podemos observar con facilidad los blancos ranúnculos, gencianas, tirañas y ranúnculos amarillos, convierte este itinerario en un deleite de los sentidos.