A mediados de agosto de 1999 se daba luz verde al Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de las Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara, paso previo a su definitiva declaración como espacio protegido y su inclusión en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía (RENPA). El Consejo de Gobierno andaluz aprobó el 27 de septiembre el quinto Parque Natural granadino y tercero malagueño, ya que afecta exactamente a 40.662,95 hectáreas repartidas casi al 50 por ciento entre ambas provincias.
Cuenta este espacio con grandes atractivos naturales como son su singular vegetación y variada fauna, y, sobre todo, el paisajístico, auténtico balcón de Europa, ya que en días claros permite contemplar desde Sierra Nevada hasta el Atlas marroquí pasando por varios cientos de kilómetros de las costas Mediterránea.
En el Parque Natural de la Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara están incluidos parte de los términos municipales de Alhama de Granada, Arenas del Rey, las Entidades Locales Autónomas de Játar y Fornes, Jayena y Otívar, así como los malagueños de Alcaucín, Canillas de Albaida, Canillas de Aceituno, Cómpeta, Frigiliana, Nerja, Salares y Sedella. Para delimitarlos de una forma rápida podemos decir que es el espacio comprendido entre el río Puente de Piedra en Alcaucín hasta la denominada carretera de la Cabra Montés en Otívar.
Según el mencionado decreto de 15 de junio, el ecosistema de este amplio espacio es representativo de los diferentes pisos altitudinales del entorno mediterráneo, dando cobijo a toda una serie de recursos naturales. Sus 40.663 hectáreas están situadas entre los 300 y los 2.065 metros.
En cuanto a la vegetación de este Parque Natural se encuentra repartida en sus cuatro pisos bioclimáticos destacando entre otras el pino, la sabina rastrera, el enebro, el roble melojo, el robledo, el quejigo, la encina, la carrasca, el acebuche, el alcornoque, matas espinosas, matorral y plantas aromáticas como el tomillo. Esta vegetación se ha visto muy mermada por la acción de hombre debido fundamentalmente a la tala, incendios forestales y el pastoreo.
La zona tiene un alto interés zoológico por el número de especies. Así, por ejemplo, hay anfibios como el gallipato, el tritón jaspeado, la salamandra, sapo partero y común, sapillo pintorrojo, sapo de espuelas, sapo corredor, ranita meridional, rana común, etc. Entre los reptiles se localizan ejemplares de camaleón, eslizón ibérico, galápago leproso, culebra de herradura, salamanquesa común, culebrilla ciega, lagartija colirroja e ibérica, lagarto ocelado, lagartija colilarga, lagartija cenicienta, coronela meridional, culebra de escalera, culebra bastarda, culebra de agua y víbora hocicuda. En cuanto a aves hay una gran variedad. Así se pueden ver en este espacio desde la gaviota argentérea en la costa al águila real, en las montañas, o las fochas y ánades propias de las zonas húmedas. También se localizan ejemplares de rapaces como azor, gavilán y águilas real, perdicera o culebrera, buitre leonado, chorlitejo chico, gavilán, halcón peregrino, búho real, chotacabras gris y pardo, además de chorlito dorado, halcón abejero, milano negro, águila calzada, terrera común, totovía, calandria, curruca, collalba, bisbita, escribano, chova piquirroja, etc.
En cuanto a los mamíferos se han catalogado unas 24 especies entre las que se encuentran dos variedades de murciélagos, gato montés y la cabra montés, auténtica reina de estas sierras que hace unos años estuvo a punto de extinción y que tras la regulación cinegética de esta especie bajo la figura de Reserva Nacional de Caza se ha multiplicado por diez en los últimos 25 años. Una curiosidad es como a finales de los 90, la ardilla común colonizó por completo estas sierras en menos de tres años.
Según los estudios pluviométricos las precipitaciones anuales en este Parque oscilan entre los 400 mm anuales de Cacín, Almuñécar o Nerja a los 1000 mm de Arenas del Rey, Alcaucín o Alfarnate, siendo los meses de diciembre, enero y marzo los más lluviosos y el más seco, julio. En cuanto a las temperaturas se distinguen tres zonas. La primera de influencia marina, que incluye no sólo a Nerja y Almuñécar, sino también a municipios como Frigiliana, Cómpeta, Canillas y Otívar, en donde las temperaturas pueden oscilar entre los 4 y 30 grados. La segunda zona sería propia de sierra con temperaturas que van de los cero a los 22 grados, y el tercer área corresponde a las Tierras de Alhama donde pueden variar entre los tres grados negativos a los cuarenta en verano.
Desde el punto de vista geomorfológico predomina en este espacio natural las formaciones calcáreas en las zona Subbética y los mármoles, esquistos, filitas, etc. que dan lugar a alturas por encima de los 1.700 metros como es el caso de la Marona (2065 m), Lucero (1779 m) o Navachica (1832 m). Las cuencas hidrológicas están repartidas entre la del Sur (río Guaro, luego Vélez, el Arroyo de la Madre en el poljé de Zafarraya, el Algarrobo, el Torrox, el Chíllar, y el Verde en Almuñécar) y la del Guadalquivir cuyos principales ríos son el Alhama, el Cacín, el Añales, el Cebollón, el Grande o Granada que vierten sus aguas en el embalse de los Bermejales. La mayoría de estos ríos sufren fuerte estiaje y muchos de los municipios carecen de depuradoras de aguas residuales, añadiéndose a este problema la sobreexplotación en el caso del río Verde o el aumento de fertilizantes y plaguicidas en el Llano de Zafarraya y zona de los Ríos, lo que va en detrimento de la calidad de las aguas.