Restaurante situado en la zona de la Plaza de Toros-Hospitales, ya casi en la avenida de la Constitución, junto a la iglesia de San Juan de Letrán.

Su especialidad es sin duda el marisco y pescado fresco, y las carnes a la brasa. Traen diariamente el marisco desde Motril, quisquilla, cigalas, gambas…. Tienen todo tipo de pescados frescos: Besugo, lubina, dorada, pargo, rodaballo, salmonetes que pueden hacer a la sal o a la plancha. Recomendada la excelente quisquilla de Motril y las Cigalas a la plancha.

Tienen un jamón ibérico excelente. En cuanto a carne recomiendo cualquier tipo a la brasa, como un buen chuletón de Ávila.

Los postres geniales, sobre todo la tarta de queso y el tocino de cielo.

Surgió el 23 de febrero del año 1982 cuando Antonio López, su mujer Concha y su hijo José Antonio López subieron por primera vez la persiana del entonces Café Bar San Juan de Letrán.

La experiencia de José Antonio en otros negocios de hostelería, el buen hacer de Concha en los fogones y la afabilidad de Antonio tras la barra les granjearon pronto una clientela fiel y que siempre ha sabido apreciar la singularidad de los platos que La Sacristía ofrece, procedentes todos ellos de la cocina tradicional y mediterránea que día a día llena de sabor las mesas de pueblos como Zagra, de donde procede esta entrañable familia.

Cuando, tras alguno años, Concha se retiró de la cocina, ya eran famosas sus tapas y raciones, pero la inquietud de José Antonio, su hijo, por convertir su negocio en un referente gastronómico fue más allá, y la ampliación del local trajo consigo también un cambio en la denominación.

El Bar San Juan de Letrán pasó a denominarse La Sacristía de San Juan de Letrán, tomando en su denominación aquellas trastiendas, sacristías, reboticas o bodeguillas donde la buena compañía, el buen vino y las mejores viandas daban lugar a sobremesas inolvidables
Ese espíritu de complicidad, de confidencia y de confianza se trasladó a la cocina.

Chefs de prestigio han ocupado los fogones de este coqueto restaurante, con aire marinero y con ellos y de ellos, tanto como de Concha, la primitiva cocinera y alma de La Sacristía, aprendió María Isabel Malagón, esposa de José Antonio López, un arte culinario que ya ha trascendido el entorno inmediato del barrio para correr de boca en boca entre quienes aprecian el trabajo gastronómico bien hecho.

Esta laboriosidad y la calidad en la compra diaria.-“clave del éxito de cualquier restaurante que se precie”-
Cualquier hora del día es buena para visitar la Sacristía. Desde las ocho de la mañana se pueden disfrutar sus completos desayunos. Poco después del mediodía, el local se llena de las más típicas tapas que son degustadas con delectación por incondicionales y visitantes ocasionales.

El disfrute se traslada al comedor a la hora del almuerzo; La exquisita pastelería y los cafés más selectos son la estrella de las sobremesas y tardes, y cuando el sol se pone, vuelve la alta cocina en miniatura de los aperitivos nocturnos y cenas. En verano, una terraza de inmejorable ubicación, a la que acuda una selecta clientela, llena de ambiente las noches de San Lázaro, donde es un local de referencia.

La inquietud de La Sacristía en la búsqueda de nuevos sabores, de nuevas preparaciones, de variaciones sobre la cocina tradicional que dan lugar a sorprendentes maridajes.

La calidad de los pescados y mariscos de Motril, del día, escogidos uno a uno- y las carnes procedentes de las mejores cabañas y ganaderías del Norte de España y una adecuada culinaria, proporcionan a los paladares de quienes se acercan a La Sacristía placeres indescriptibles.

Y para despertar los sentidos, nada mejor que escoger alguna de las decenas de caldos de primer nivel que integran la completísima bodega de La Sacristía: Rioja, Ribera del Duero y denominaciones de origen emergentes o ya consolidadas de la amplia geografía vitivinícola española, perfectamente conservadas en la vinoteca de La Sacristía