Más de treinta años deleitando con su buen hacer sobre los fogones en los que la esencia granadina es su principal atributo. Platos típicos, de la tierra, son parte de una filosofía familiar que no entiende de nuevas cocinas y que busca quedarse en la mente de aquellos que eligen este bello restaurante a las afueras de Granada.
Con una ubicación, ahora privilegiada, en la carretera que conduce a Sierra Nevada, El Asadero es uno de esos espacios en los que los sabores de antaño continúan siendo la base de una forma de entender la hostelería que mira al futuro sin detenerse en la innovación, apostando por la calidez que ofrece un trato cercano y un exquisito abanico de productos autóctonos. Sin duda, las carnes a la brasa y asados se presentan como sus principales especialidades. Además, ofrecen un extenso abanico de arroces y platos típicos de la provincia granadina que hacen de cada comida, un manjar para los sentidos con el único objetivo de disfrutar en familia o con el núcleo más cercano, de los sabores de toda la vida. Antonio Pérez, ‘alma mater’ y encargado de El Asadero, establece la sencillez, el buen trato y el ambiente casero como sus principales valores.
La selección de las mejores bodegas de la tierra como la Almaraes así como de las más distinguidas firmas del territorio nacional con una amplia variedad de uvas.
Mucho más que un restaurante
Desde 1978, esta firma familiar viene apostando por ofrecer una extensa gama de servicios enfocados al ocio para todos los públicos. Con una magnífica sala de fiesta y conciertos, disfrutar de una velada en El Asadero supone una verdadera delicia. Bodas, comuniones o fiestas privadas se asientan como sus principales celebraciones. Además, cuenta con una terraza con fantásticas vistas en la que pasar una mañana de domingo soleado se presenta como uno de sus principales reclamos. En definitiva, un diamante en bruto que emana calidad y buen trato a raudales. Más de tres décadas contentando buches tiene su por qué.