Espacio situado al suoreste de Sierra Nevada, cerca del municipio de El Padul. La zona protegida como área de Reserva dentro del Parque Natural de Sierra Nevada, ocupa una superficie próxima a 300 Has, en su mayoría terrenos de labor. Aproximadamente unas 60 Has. se encuentran encharcadas y cubiertas de vegetación palustre, incrementándose esta superficie de forma considerable en época de lluvia.
Por su riqueza biológica y por su interés geológico, este humedal está considerado como uno de los más importantes del sureste peninsular. Hay que destacar también el interés desde para los estudiosos del paleoambiente de la región mediterránea y lugar donde aparecen, con cierta frecuencia, restos de mamut y otros animales prehistóricos.
La Laguna de El Padul es la única zona húmeda natural de la provincia de Granada, lo que incrementa el interés para la bilodiversidad en una provincia con un elevado porcentaje de desertización.
Este humedall es un lugar de asentamiento y paso de numerosas aves. Entre ellas, aves acuáticas como el zampullín chico, la garza real, el avetorillo, el martín pescador, el ánade real, el ánade silbón o el porrón común, y de rálidos como la focha común, o la escasa polluela, la agachadiza común, el andarríos grande, así como bandas de avefrías entre las cuales, a veces aparece algún chorlito dorado común. También destaca la presencia de rapaces como el aguilucho lagunero, el aguilucho pálido y el cernícalo común, y durante los pasos migratorios se pueden observar otras como el águila culebrera.
Del conjunto de las aves de pequeño tamaño subrayamos la presencia de algunas ligadas al entorno acuático y de distribución restringida en la Península, como la buscarla unicolor, el pechiazul, el pájaro moscón o el escribano palustre.
En cuanto a la flora, hay que decir que aquí nos encontramos con la mayor extensión de carrizal de la provincia, conviviendo con importantes masas de anea, lirio amarillo y las agradables manchas verdes de la lenteja de agua, que en cierta manera contribuyen a caracterizar la singularidad de este enclave.
Además, el humedal del Padul acoge un considerable conjunto de especies, entre las que destacan, el sapillo pintojo meridional, la ranita meridional, el galápago leproso, el eslizón tridáctilo la culebra de collar y la culebra viperina.
Los dos restantes grupos de vertebrados, mamíferos y peces, si bien están representados por especies como el cacho, la comadreja, la rata de agua, o la carpa, no contribuyen en conjunto a caracterizar singularmente este espacio natural.
Tanto las zonas de cultivo como la encharcadas, están surcadas por canales de drenaje, conocidos en la localidad con el nombre de madres. Los referidos cauces, fueron construidos por los lugareños entre los siglos XVIII y XIX, con la finalidad de desaguar la primitiva laguna, que llegó a ocupar en torno a 500 Has. A pesar de la construcción de los canales, éstos precisan de una limpieza regular para mantener la superficie cultivable.
Hay que decir también, que otra actuación humana, en este caso la extracción de turba, ha posibilitado la existencia de pequeñas lagunas, con un nivel variable de agua, dependiendo de la conveniencia de las explotaciones. No debemos olvidar que el subsuelo de lo que fue la antigua laguna, está ocupado por una singular turbera, la más meridional de Europa, circunstancia ésta que le confiere un carácter especial al lugar. Sin embargo esta explotación pone en peligro el humedal.