En la acera de enfrente, con su caballete y su tabla de pinturas, un hombre mayor esboza en su lienzo la belleza del Hospital y la Basílica de San Juan de Dios. La sobria fachada del centro sanitario y la elegante basílica quedan atrapadas en unos cuantos centímetros. Detalles de la arquitectura, zonas con más luz, esquinas con menos, el pintor es un simple aficionado que se ha quedado prendado de estos monumentos. La imagen bohemia se repite varios días y en varias ocasiones, el edificio no pasa desapercibido a las gentes, aunque a veces las prisas del día a día no permitan observarlo como se merece.
En la calle del mismo nombre el edificio sanitario y la iglesia han visto y siguen viendo como pasan los siglos y lo mismo que los enfermos que acuden a él, el edificio también necesita algunas tiritas. Ejemplo de arquitectura religiosa y de servicio tiene algunos rincones de una especial belleza. Tal es el caso del camarín del templo, que se destinó para las reliquias. De la tallada madera barroca y de la plata se desprende un dorado destello que convierten al camarín de la Basílica de San Juan de Dios, en uno de los mas bellos y hermosos. Se reserva un lugar privilegiado para los restos óseos de San Juan de Dios, que se encuentran en una urna de plata maciza y esquinas sobredoradas. La iglesia, hoy con título de basílica, está ubicada junto al hospital (1552) y fue erigida entre los años 1737 y 1759. La edificó, según los libros de historia José Bada.
Desde Roma y donadas por cardenales, ha llegado a Granada y se acumularon en la basílica los más diversos restos de objetos, santos, apóstoles, mártires… a los que la Iglesia recomendaba culto. Son numerosos los relicarios en forma de urna que contienen restos o atributos de santos y mucho el cariño de los granadinos por éstos.
La planta del templo es de cruz latina: nave con capillas laterales (dos a cada lado), crucero, capilla mayor y coro. Su interior está ricamente adornado con oro, plata, retablos, pinturas murales, cornucopias y luces. Destacan los retablos de capillas y cruceros, los frescos de Diego Sánchez Sarabia y el retablo de la capilla mayor. Una joya.
Dicen que mandado construir por Fray Alonso de Jesús y Ortega, se rodeó de numerosos artistas y maestros para edificar uno de los «más significativos templos barrocos del país». La portada, que es en lo que se fijan más granadinos y foráneos, flanqueada por dos altas torres, esta concebida a manera de retablo: dos cuerpos y tres calles, separadas por columnas de órdenes corintio -cuerpo inferior- y compuesto -cuerpo superior-, sobre altos pedestales. En las calles laterales del cuerpo inferior se abren dos puertas y sobre ellas las imágenes de San Gabriel y San Rafael; en la central, más ancha se abre la puerta principal, en la calle central del segundo cuerpo una gran hornacina acoge la imagen de San Juan de Dios, apareciendo en los laterales relieves alusivos a San Ildefonso y Santa Bárbara. Muchos datos artísticos e históricos que lo mejor es verlos, los que se puedan, in situ.
Otra cosa es el hospital. Fue el primero de esta orden de caridad y ocupó un edificio que anteriormente había sido Monasterio de San Jerónimo. La portada, que data de 1609, es muy sobria. En su interior, destaca el zaguán con techo de artesonado renacentista, un patio con arquerías, también renacentistas, y una escalera con techo de madera decorado. Hay que verlo.
La orden de San Juan de Dios recuperó esta primavera el hospital que lleva su nombre tras varios años de reclamaciones. La Diputación le cedió la propiedad del inmueble, a cambio de que sea la congregación la que se haga cargo de la restauración del edificio. En la actualidad la congregación está buscando fondos para poder restaurar este singular edificio tan querido por los granadinos y gentes llegadas de otros lugares.
Hospital y Basílica de San Juan de Dios. Están sita en la calle de su mismo nombre en la capital granadina.
Un poco de historia: Esta Orden fue fundada por San Juan de Dios -Juan Ciudad Duarte- quien, nació en Monte Mayor (Portugal) en 1495 y siendo niño vino a vivir a España. Tras varias ocupaciones fue tomado por loco, estuvo encerrado en una celda del Hospital Real, donde una lápida recordó este hecho. Dicen que la Cruz y la Granada del anagrama de la Orden son el recuerdo de la voz sobrenatural que él escucho: "Granada será tu Cruz". La iglesia, s. XVIII, fue trazada por José de Bada.
Visitas: Para ver la basílica se puede y debe llamar o avisar a un responsable de las visitas.