El paraje de La Fuente del Hervidero se asemeja a un gran teatro clásico en el que las gradas, que rodean la llanura en que se sitúan cortijo y fuente, están formadas por picos que rondan o sobrepasan los 1.800 metros.
En un primer plano, el más bajo, el Cortijo del Hervidero, rodeado de terrenos de labor en los que se cultiva el cereal. Por encima, de izquierda a derecha: el Huenes; el Cerro del Tamboril; el Pico de la Carne; el Trevenque, el más alto y majestuoso, en la lejanía. Todos ellos amenazando despeñarse en el Arroyo Huenes que los rodea en su camino hacia Monachil.
Frecuentado sobremanera en cualquier época del año, es el lugar preferido, junto con la Sierra de Huétor para que, a poca nieve que caiga, los granadinos acudan a disfrutar de la misma.
Igualmente es el punto de partida de innumerables senderistas que, animados por las distintas posibilidades que el lugar ofrece, no dudan, los fines de semana, en dejar sus coches, bien aquí, bien en el mirador del Canal de la Espartera, un poco más arriba y, desde ahí, realizar recorridos circulares que, además de proporcionar el necesario ejercicio físico, nos llevarán por sitios auténticamente espectaculares.