Este elegante palacio fue construido paralelamente al de los Beneroso, apareciendo perfectamente reproducido en la Plataforma de Vico, de 1613. Fue casa solariega de los Rueda (cuya heráldica se identifica en la portada), pasando a principios del XVIII a don Luis Beltrán de Caicedo y Solís, primer marqués de Caicedo.

Constituye una de las mejores muestras de la arquitectura señorial del manierismo granadino, a pesar de las transformaciones modernas sufridas, ya que aquí radicaron sucesivamente un Instituto de Enseñanza Media, la Facultad de Farmacia, hasta 1950, y, actualmente, el Real Conservatorio Superior de Música. Sus elementos más representativos son la fachada y portada, así como su encantador patio.

La fachada, toda de ladrillo, adopta un esquema de perfecta simetría, siendo en su conjunto una de las más logradas de la época, con herencias de tradiciones renacentistas en los aleros de mensulones, las torrecillas abiertas en las esquinas y los discos de cerámica, pero asumiendo la severidad escurialense y el decorativismo manierista, a influjo de la Real Chancillería, mediante sencillos moldurajes y juego rítmico de vanos alternantes en planta baja. La galería superior viene a introducir una nota alegre al carácter austero del conjunto. La portada, adintelada, y con cartelas y rostros en lo alto de las pilastras, es una de las más sobrias y, al mismo tiempo, elegantes del manierismo geométrico en Granada.

El patio, como el del vecino Colegio Notarial, es un verdadero vergel, en el que las aspidistras de la primera planta establecen un incruento combate con las hiedras que se descuelgan desde las galerías superiores, acompañadas de otras especies. La planta baja del patio presenta galerías de arcos deprimidos rectilíneos sobre columnas toscanas; como las del piso superior, las cuales sostienen zapatas y dinteles de madera con adornos geométricos manieristas. El habitual pilar, de dos caños y frontón partido, más el escudo de los Caicedo pintado en el muro, completan el ornato del patio.

Aneja a este edificio estuvo la sede originaria de nuestro periódico Ideal hasta su incendio en 1920.