Entre los inmuebles que rodean a la Iglesia de San Gregorio el Alto o Magno, destaca una vivienda con restos de las épocas nazarí y morisca. En esta casa vivió el fundador de la orden, razón por la cual se exhibe un pequeño museo con objetos ambientales y otros personales. En su memoria, las reformas modernas han respetado las transformaciones que él mandó realizar en el inmueble en lugar de recuperar su imagen original.
No hay mucho de ella. En la estructura, restos de un patio con galerías abiertas, siendo la del lado norte la mejor conservada. A su vez, la escalera actual nada tiene que ver con la que hubo en la época morisca. Mejor suerte han seguido los alfarjes y armaduras, algunos con decoración de lazo y mocárabes. Otros elementos primitivos son las tacas, arcos de yeso, celosías y la capilla de la torre.
Tanto este museo como la iglesia son amablemente mostrados por las hermanas, siempre que establezcamos una cita previa.