La Casa del Almirante preside la placeta a la que da nombre con una fachada vertical que recuerda las torres medievales. La portada, manierista, es pequeña en relación con el paramento de la fachada en la que hay una composición de vanos muy original y ordenada.
El título “Hogar de San José” que preside la portada, nos informa del cambio de uso que experimentó el inmueble, como ha sido muy habitual en la mayoría de las mansiones señoriales que se erigieron en Granada. Así, fue construida por Doña Leonor de Manrique, emparentada con la duquesa de Sesa, según se advierte en la heráldica. Mas tarde pasó al Almirante de Aragon y finalmente, en 1874, se instaló en ella un orfelinato.
El edifico sufrió con el terremoto de 1884 y poco después se amplió con otras edificaciones adyacentes. Finalmente, en 1995 fue rehabilitada para poder instalar en ella la Escuela Europea de Restauración. Todas las transformaciones han conformado un edificio heterogéneo que conserva elementos de distintas épocas, incluido un patio adosado al netamente nobiliario.
El patio principal, al que se accede a través de un zaguán, es peristilado, adintelado y centrado por un pozo. Se formaliza con columnas corintias, salvo dos que son toscanas. La escalera de dos tramos conduce a las galería superiores donde son evidentes las obras de rehabilitación, que le han hecho perder su sabor histórico por necesidad de las nuevas funciones a que se destina el edifico. Con todo, el mayor interés está en los alfarjes de sus cubiertas, como el que hay en el zaguán de entrada o en la sala principal del primer piso.