Entrada del popular barrio gitano de Granada. Toma partida a mitad de la Cuesta del Chapiz (tras el Peso de la Harina) y llega hasta el Cementario. Discurre ladera arriba y en paralelo al Río Darro y tiene unas espléndidas vistas de la ciudad y la Alhambra. En su margen se erigen cármenes y cuevas que están siendo ocupados por turistas extranjeros.
El camino del Sagrado Monte tiene la impronta de su estilo gitano, inconfundible, a pesar de las mezclas que resultan casi inevitables hoy en día. Quedan algunas cuevas donde poder presenciar el espectáculo de la zambra, montado para turistas que acuden atraídos por la fama de embrujo que rodea a estas singulares fiestas. Las zambras ya no son lo que eran, ni se encuentra en ellas la espontaneidad primitiva de las bailaoras y, sin embargo, algo transmiten todavía que deja embobados a los que acuden a los Tarantos o a la Cueva de la Salvaora en apretados paquetes turísticos.
El camino comienza en la puerta de la casa anterior y se extiende por la opuesta ladera que la fuente del Avellano; a poco de entrar por él se aprecia a la izquierda la muralla del Albaicín, que terminaba en el río limitando la huerta del Chapiz; mas hoy se interrumpe poco más arriba del camino hacia donde hubo una puerta de la ciudad, llamada por los musulmanes Bib Axomais y según Pedraza del Sol o de Guadix alta, y no extrañe que los cristianos diesen este mismo nombre a tres puertas distintas, ya que todas ellas correspondían a la carretera de esta ciudad antes que se abriera el camino de S. Antonio, y por lo mismo aparece la cuesta del Chapiz con el nombre de Alacaba de Guadix, en un documento de 1506.
Llaman singularmente la atención al recorrer este camino, naturalmente pintoresco y alegre, las innumerables cuevas donde habitan los gitanos, que suelen acosar al forastero con sus danzas y cantares, u ofreciendo decirle la buena ventura a cambio de algunos cuartos, que con la mayor impertinencia solicitan.