De Santa Fe a América. Con varias paradas en otras ciudades y pueblos españoles, pero fue en Granada donde se inició el viaje más importante de Colón y donde se escribió uno de los capítulos más ilustres de España y de la ciudad sita en la vega granadina. Aunque no es el único capítulo, Santa Fe fue además donde los Reyes Católicos instalaron su campamento para conquistar la capital. Todas estas historias están a escasos kilómetros de la ciudad de la Alhambra y esperando a que el viajero las descubra paseando por sus calles y visitando sus monumentos.

Antes de comenzar esta singular aventura, que puede ser un buen inicio para seguir los pasos de Colón hasta América, aunque nosotros nos quedaremos esta semana en tierras andaluzas, el viajero debe recordar que Santa Fe, situada en el centro de la vega granadina y atravesada por el río Genil de este a oeste, está dispuesta a modo de campamento. Los Reyes Católicos fueron los que decidieron esta ordenación en 1491 cuando optaron por poner fin a al reinado de Boabdil. Levantaron el campamento en piedra y ladrillo, construyendo una fosa alrededor y cuatro puertas .

Cuentan los cronistas de la época que esta gran obra se realizó en 80 días. Durante los siglos que siguieron Santa Fe gozó de innumerables privilegios, siendo una de las más importantes ciudades de la España del Siglo de Oro.

En la actualidad, Santa Fe no conserva tantos privilegios ni todas las construcciones de la época. Sí mantiene las cuatro puertas monumentales abiertas en la muralla que rodeaba el campamento y que tienen los nombres de Loja, Granada, Jaén y Sevilla. Tuvieron que ser prácticamente reconstruidas en el siglo XVIII y se les añadieron capillas que albergan notables imágenes de estilo barroco. Se pueden visitar si se solicita previamente y se va en grupo. Son uno de los atractivos de la que ahora es una ciudad dormitorio con forma de campamento aún, pero por la que circulan coches y no cabalgan caballos como en el siglo XV. Si bien el pasado sigue estando muy presente en Santa Fe, sobre todo la firma de las Capitulaciones entre Cristóbal Colón e Isabel la Católica –17 de abril de 1492–.

Lo que sí guardan y cuidan en la Plaza de España los ‘santaferinos’ es la iglesia de la Encarnación, que hay que visitar en esta particular ruta, que además cada viajero puede iniciar en el punto histórico-monumental que crea más oportuno. La primera piedra se colocó en 1774. Fue construida bajo diseño de Ventura Rodríguez, dentro de un elegantísimo estilo neoclásico.

Junto a la iglesia se encuentra ahora el Centro Damián Bayón –Instituto de América– y el edificio del Pósito. El Pósito es ejemplo de construcción civil del reinado de Carlos III. Frente a la iglesia de la Encarnación, el Ayuntamiento muestra la vigencia de la arquitectura neomudéjar en la España de Alfonso XIII. También en 1498 los gallegos, que participaron en gran número en la conquista, construyeron una ermita, la del Señor de la Salud (‘De los gallegos’), que se puede visitar por las tardes.

Regalos gastronómicos

Después de bucear por diferentes etapas de la historia de España, toca el turno de relajarse y degustar ricos platos elaborados con productos de la vega granadina. Es una cocina tradicional con profundas raíces árabes, aunque si algo destaca son los piononos, uno de los productos más famosos de la provincia granadina. Dicen que se puso este nombre en honor al Papa Pío IX.

Tras este viaje al pasado justo en el año en el que se cumple el V centenario de la muerte de Cristóbal Colón –Valladolid, 21 de mayo de 1506– el viajero se puede relajar visitando las pozas de agua caliente de la localidad. Están cerca del aeropuerto. Las condiciones del camino son regulares. Preguntar en la gasolinera cómo se accede. La ruta santaferina permite al viajero hacer el camino que llevó a los reyes a recuperar Granada. En este recorrido, el visitante podrá sentirse como un auténtico rey o como una reina.