Un agradable paseo, accesible a todo el mundo y de fácil recorrido es el que nos regala el Río Alhama. La Consejería de Medio Ambiente invita a transitar este sendero señalizado en buenas condiciones que nos tomará unas tres horas aproximadamente para cubrir 7,1 km de camino.
Partiremos desde la localidad de Lugros para dirigirnos sin más dilación surcando la ribera hasta la cabecera del río Alhama. El sendero se inicia en el puente de las Herrerías, a medio kilómetro del pueblo. Como referencia y también recomendable su visita está el paraje donde está ubicado el Molino harinero de las Herrerías. Una construcción en la que podremos recordar como antiguamente se molía el trigo utilizando la fuerza del agua que movía las muelas y las piedras de moler.
Una vez alcancemos el citado puente comenzaremos a ascender por la Cañada Real, una tradicional vía pecuaria para la trashumancia de los animales, por la que caminaremos dejando a la izquierda el río Alhama.
Continuaremos ascendiendo entre viejos cultivos, matorral y almendros, hasta una zona llana de amplias vistas donde podremos disfrutar de la panorámica que regala el Picón de Jérez, y que sobresale con sus más de tres mil metros de altura, entre los picos de la comarca.
Dejamos la cañada para llegar a la acequia de Polícar, construcción para canalizar el agua para el riego y uso doméstico de origen musulmán, que cruzaremos en varias ocasiones por puentecillos de madera.
Continuaremos nuestro trayecto durante una media hora por esta zona baja de sierra, en la que nos toparemos con algún portillo de ganado. A continuación, la subida se realizará por una pista forestal a nuestra derecha limitando con la finca del Maguillo, de actividad cinegética.
Nos esperan unos tres kilómetros más por la pista que desciende hasta el río Alhama, donde ya entramos en los límites del parque nacional, una zona donde es representativa la ganadería vacuna.
Volvemos a cruzar el río para tomar a la izquierda la vereda que va paralela a la acequia de Guadix, caminando por la umbría, bajo un denso encinar. Regresamos a Lugros por el otro margen del río Alhama, atravesando el puente conocido como barranco de las Fraguas, y entrando otra vez en una zona de pastos y cultivos abandonados, junto al cortijo de Corral Nuevo.
Desde el mismo salimos a una pista a la derecha, paralela a la acequia. Pasamos un portillo de ganado y subimos a una zona abierta y llana desde donde divisaremos fácilmente a la izquierda la Loma del Bañuelo. Este punto nos ofrecerá de nuevo una bonita estampa del entorno recorrido, con el pueblo de Lugros y sus alrededores al fondo. Recorreremos el último tramo hasta llegar a él, pasando junto a una granja y el partidor de agua de la acequia de Guadix.
(Fotos vía juntadeandalucia.es/medioambiente; objetivogranada.ideal.es)