Este sendero nos permite conocer los viejos molinos del río Isfalada, atravesando una serie de zonas de cultivos de secano. Se inicia en el Molino Bajo, aproximadamente a un kilómetro del puente sobre el río Isfalada por el que pasa la carretera hacia Huéneja.
Cómo llegar: Desde la autovía A-92, se toma la salida al pueblo de Huéneja, pasando por el puente que cruza el río Isfalada. Aproximadamente a 500 m. tomamos un desvío a la derecha que nos lleva al Molino Bajo, junto al área recreativa Los Castaños, a espaldas de la cual se inicia el sendero.
Trayecto: Circular Longitud: 4,6 km Tiempo estimado: 2 horas Tipo camino: Pista o senda
Paisaje/vegetación: Montañoso. Zonas agrícolas (olivo, almendro). Pinares, castañares, encinares y vegetaciónde ribera.
Patrimonio etnográfico (molinos, acequias) Desnivel máximo: 119 m Cota máxima: 1.325 m
Molino Bajo
Se inicia el sendero en el Molino Bajo aproximadamente a un kilómetro del puente sobre el río Isfalada por el que pasa la carretera hacia Huéneja. Se trata de un antiguo molino acondicionado como Museo Etnológico y Centro de Interpretación del Agua. Este edificio está formado por dos salas en las que se puede recorrer la tradición de las típicas construcciones de la comarca. De las bóvedas de este antiguo molino salía el agua después de haber atravesado y puesto en marcha la maquinaria del molino.
En cada una se encontraba un rodezno, un mecanismo de madera dotado de más de cuarenta cucharas que recibían el impacto del agua a presión que salía por el saetillo, haciéndolo girar con más o menos intensidad, según el flujo de agua. Este movimiento rotatorio se transfería a los empiedros ubicados enla planta superior del molino.
La previa visita a esta pequeña población, en el límite entre las provincias de Granada y Almería, será una buena decisión. Su estructura urbanística presenta un aspecto concéntrico en su zona más antigua, con una arquitectura de estilo morisco y numerosos callejones estrechos y sin salida. Sus habitantes eran conocidos como los loberos por su capacidad, según la leyenda, para capturar y criar lobos de la sierra.
Río Isfalada
A medida que vamos ascendiendo podremos observar el río Isfalada a nuestros pies. Tras unos cuarenta minutos la pista se convierte en sendero y se adentra en un encinar. La senda cruza dos barrancos y recorre un bosque de pinos, pasando por una era, antes de empezar a descender hacia el Molino de Pedro. Para llegar a él debemos cruzar el río Isfalada.
Hacia el Castañar de Huéneja
Continuamos el camino hasta llegar a una pista forestal que debemos seguir. Cerca del cortijo del Bailaor, podemos desviarnos del camino para visitar la Pantaneta de Isfalada, reserva de agua de no mucha capacidad destinada al riego de campos.
Este trayecto circular que parte de las cercanías de la población de Huéneja, nos acerca a un paisaje natural y cultural de indudable belleza. Se alternan a lo largo del camino zonas de cultivo con almendrales y olivares, junto con áreas forestales entre las que destacan bosques galerías y milenarios castañares.
Y junto a todo ello, el recorrido está salpicado de un importante patrimonio cultural y etnográfico con los viejos molinos y acequias de Isfalada como principal atractivo.
A un kilómetro, aproximadamente, del inicio la pista se estrecha y comenzamos a atravesar zonas de cultivo de secano (olivos y almendros principalmente). Pasaremos por varios cruces, bien señalizados.
Molinos de Isfalada
La ruta termina en el área recreativa, merendero poblado de árboles milenarios que hacen del castañar de Huéneja una arboleda realmente singular. Todos ellos tienen un grosor de tronco soberbio, llegando un ejemplar en concreto hasta los 12 metros de perímetro, medidos a 1,30 del suelo. Los integrantes de esta arboleda están rodeados por un pequeño muro de piedras que sirve de asiento para el visitante.
El río permite la existencia de un hábitat completamente diferente a los colindantes, por las singulares condiciones ecológicas que se generan. Aparece una vegetación característica que se conoce como bosque de ribera o bosque en galería. También la fauna es diferente, pues está especializada en este peculiar ecosistema. Desde el Molino de Pedro se inicia el regreso por la margen izquierda del barranco. Tomaremos ahora dirección norte, encaminándonos de vuelta a Huéneja.
Desde este lugar se podrán apreciar vistas al valle y a las montañas de la sierra de Baza.El río corre abajo a la derecha en el bosque frondoso. Entre encinas, rascaviejas, aulagas, cultivos de almendros, olivos y otras plantas descenderemos de nuevo hasta una acequia.