Desde la Calle fuente de Salobreña abandonamos el núcleo urbano hacia la vega por el Camino del Gambullón llegando al anejo de la Caleta. Subimos por la playa del Caletón en dirección a la N-340 para tomar el camino de tierra que hay paralelo y que nos conducirá a las urbanizaciones de El Pargo y Costa Aguilera.

En el interior del Hotel Salobreña aparece ante nosotros la primera de las torres vigías que salpicarán todo nuestro camino. Desde aquí atravesaremos el Barranco del Cambrón hasta conectar nuevamente con la senda que transcurre paralela a la línea costera.

Continuamos la ruta siempre hacia el oeste, cruzando el límite municipal entre Salobreña y Almuñecar hasta llegar al Barranco de Enmedio, donde podemos realizar un breve descanso. En la ladera oeste del mismo, encontramos dos torres-atalayas de diferentes épocas históricas: La Torre de Enmedio o de los ladrones de época nazarí y la Torre del Diablo.

Seguimos nuestro itinerario por la cornisa de los acantilados de las playas del Curumbico y de Cabria hasta llegar al Barranco de Cabria. Esta rambla es un cauce discontinuo perpendicular a la costa, que desemboca en dos pequeñas calas donde podremos darnos un chapuzón y recuperar fuerzas. Ascenderemos por una pequeña vereda situada en la ladera oeste de la playa hasta llegar a la Playa del Pozuelo.

A partir de aquí toda la línea costera se ocupa de urbanizaciones que nos obligan a continuar el trayecto por los carriles asfaltados paralelos a la orilla del mar. Llegamos a la zona conocida como Taramay, donde se encuentra la Torre de Galera.

Sin abandonar la ribera marítima, nos introducimos ya en un ambiente plenamente urbano. Aquí encontramos dos construcciones defensivas: la atalaya de Torre del Granizo o Torre Muerta y la Torre de la Punta de Velilla. 

Llegamos a nuestro punto de destino: Almuñecar. El regreso podemos hacerlo en autobús.