Mirando al mar. Así es como está Salobreña, un precioso pueblo situado en el centro de la Costa Tropical en el que el viajero que busque relajarse con la brisa marina podrá hacerlo en parajes de un gran encanto.
Si bien, el excursionista también encontrará espacio y tiempo para los deportes náuticos y de aventura como el windsurf, pesca submarina, paseos en barco, rutas de senderismo, paseos en bicicleta e incluso escalada en la Boca del Dragón. En Salobreña -está a unos 45 minutos de Granada capital- el viajero puede disfrutar de un clima auténticamente tropical y del paisaje propio de este sistema así como de la huella de civilizaciones anteriores que hicieron de este pueblo costero uno de los lugares más inexpugnables de Al-Andalus.
El centro histórico de Salobreña está formado por barrios construidos junto o en el interior de la muralla levantada en la Edad Media. Los barrios del Brocal, la Fuente, la Loma o Albaycín permitirán al viajero trasladarse a otras épocas porque aún conservan hermosos rincones y callejas, recodos, ventanucos, pasadizos y bóvedas. Es un placer pasear por estas calles después de un agradable día de playa en familia o con los amigos.
Calas naturales
En Salobreña son referencia las vistas del paseo marítimo, con las playas del Peñón y la Guardia, o las del paseo de las Flores y jardines del castillo. También hay que acercarse a la Caleta, Lobres, la Charca… y por supuesto, no irse sin degustar los ricos pescaítos fritos en los chiringuitos y bares del pueblo. En este hermoso litoral también hay calas naturales: El Caletón o el Pargo.
Entre los monumentos y enclaves también hay que guardar unas horas durante nuestra estancia en Salobreña para echar un vistazo al castillo árabe, la iglesia mudéjar del Rosario, la torre del Brocal, la bóveda de la plaza, los miradores del Póstigo y del Albaycín -lugares a los que ya hemos hecho referencia antes- y el paseo de las Flores.
Los que quieran conocer y disfrutar de Salobreña de la mano de sus vecinos lo pueden hacer apuntándose a visitas guiadas que organiza la Oficina Municipal de Turismo. Deben solicitarlas previamente y en su cartera tienen paquetes como el itinerario por el caso antiguo o una visita cicloturística guiada por la vega baja y por la piscifactoría. Estas propuestas se pueden completar con alguno de sus productos como la caña de azúcar o los oficios que desempeñan aún los artesanos del lugar.