Ruta San Anton

Dentro de las propuestas de itinerarios de senderismo del Ayuntamiento de Monachil se encuentra esta ruta que ofrece una buena oportunidad para realizar un  recorrido por la historia y la tradición del municipio. Hay que tener en cuenta que es un sendero no señalizado (se recomienda uso de mapa/GPS), un camino utilizado desde antaño por los pueblos de alrededor, para rendir homenaje al Santo y que posee unas excelentes panorámicas del pueblo, Granada y su sierra. Discurre a baja altura de manera que se es más aconsejable evitar las altas temperaturas y realizarla en primavera, otoño o invierno.

El punto de inicio es la calle Cuevas, donde comenzaremos el ascenso por su fuerte pendiente, y como su nombre indica, a lo largo de ella nos encontramos varias cuevas que fueron habitadas durante muchos años por las gentes de Monachil y  hoy en día son utilizadas en su mayoría para guardar animales. También destacarán en el paisaje durante toda la subida las chumberas, que son cobijo y sustento de una gran variedad de especies de aves.

El camino nos dará un respiro, y al finalizar la ascensión nos encontramos con un abrevadero desde el que disfrutaremos de unas maravillosas vistas del pueblo y su entramado de sus calles, reminiscencias musulmanas de su pasado. Además, desde esta posición privilegiada, podremos distinguir una serie de terrazas en las que se divide el terreno donde se asentaron los distintos tejares desde la época musulmana. A nuestra espalda caben destacar también los restos de una antigua cantera de la que se abastecían los tejares y en la que se pueden encontrar innumerables fósiles marinos.

A continuación abandonaremos el carril de cemento para adentrarnos en un sendero que nos lleva hasta el peñón del Grajo. En este punto merece la pena realizar una pausa,  para contemplar desde el mismo Pradollano, el Cerro Huenes, los Alayos de Dílar, y gran parte de la Vega granadina.

Tras haber recobrado las fuerzas en la parada, retomaremos la excursión por el sendero entre retamas y aulagas, hasta toparnos con la era del cortijo Las Rosas. Seguiremos subiendo la loma por el camino que queda a nuestra izquierda y llegaremos a otro de los lugares con mejores vistas de todo el recorrido. Si nos detenemos en el Mirador de la Cruz veremos fácilmente desde Pradollano hasta Sierra Elvira.

Continuaremos por un carril de tierra, dejando atrás el cortijo Las Rosas y poco a poco, aparecerán  en la distancia las primeras casas Cenes de la Vega al pie del río Genil. Tras un ligero descenso, vamos a conectar con la Cañada Real del Camino de los Neveros, por el que llegaremos al contadero, un estrecho paso utilizado para el recuento del ganado.

En este punto tomaremos el carril de la izquierda que discurre entre cultivos, la Cuesta de las Cabras, desde donde una vez pasado el cementerio podremos admirar el valle de Monachil.

Una vez pasada la fuente, elegiremos el carril de tierra a nuestra izquierda, que desciende entre huertas muy cerca del río, hasta llegar al cortijo Los Olivares, al pie de unos chopos y junto a la acequia del Albaricoque.

Sin duda un entorno privilegiado que pasa junto al yacimiento arqueológico del Cerro de la Encina, perteneciente a la cultura del Argar (1800- 1300 a.c.) donde quedan restos de los muros de las casas y de fortificaciones, de uno de los primeros asentamientos de Monachil. Por último seguiremos la acequia de Albaricoque, bajo la sombra de los árboles que abundan en el paraje, y que nos acompañarán en el último tramo de la ruta hasta completar el regreso a nuestro punto de partida.

(Fuente vía monachil.es; ugr.es)