La Costa Tropical y, en concreto, el entorno de Almuñécar, ofrece muchos rincones y senderos alternativos al turismo tradicional, como es el caso de la ruta del parque ecológico de Peña Escrita. La visita comienza en el Palacete de la Najarra, actual Oficina de Turismo del municipio, donde el visitante puede obtener toda la información necesaria acerca de los lugares de visita obligatoria en la zona, así como de las distintas posibilidades de alojamiento, guías turísticos y actividades de ocio que se pueden realizar.
A TENER EN CUENTA:
– Accesos: Autovía Bailén-Motril. Una vez en el cruce de carreteras entre la autovía y la N-340 girar a la derecha hacia Almuñécar.
– Duración: Unas 5 horas.
– Punto de partida: Palacio de la Najarra.
La ruta de Peña Escrita comienza tomando el camino de Río Seco, al que se accede por debajo del paso elevado de la avenida Costa del Sol, en el centro de la ciudad. El viajero camina por un amplio sendero de tierra junto al río rodeado a ambos lados de fincas de chirimoyos.
Tras unos quince minutos andando se puede apreciar en el lado derecho del sendero una de las cuatro partes visibles del acueducto, construido en el siglo I. Cada tramo de la edificación, que tiene en total siete kilómetros de longitud, posee unas características distintas. Esta parte del acueducto, que se encuentra en muy buen estado, pasa por fincas privadas y tiene dos alturas. El último de estos tramos se recuperó a finales de los años noventa, al realizar excavaciones en la Plaza Mayor. Trabajos arqueológicos que también sacaron a la luz unas termas romanas de la misma época.
Siguiendo las indicaciones hacia Peña Escrita, se toma un sendero hacia la derecha. El camino se hace más estrecho y empieza a ascender suavemente. Los cultivos de chirimoyos se convierten en campos de aguacates y mangos donde los agricultores sexitanos, muchas veces, tienen también un pequeño cortijo en el que poder descansar y guardar los aperos de labranza. El camino continúa ascendiendo por la cuesta Cordovilla.
A través de los fértiles y profundos valles tropicales de Río Verde y Río Seco, rodeados de espléndidas vistas, el camino continúa ascendiendo por la Sierra de la Almijara. Desde el Ventorro de la Estaca, actualmente en ruinas y que sirvió como punto estratégico de vigilancia de la Guardia Civil hasta los años cincuenta, se puede divisar el Cortijo de la Bóveda. Un edificio muy antiguo que no tiene catalogación, aunque se considera de origen visigodo o bizantino y que toma el nombre de sus techos abovedados.
También se pueden apreciar los Castillejos, donde existía una fortaleza árabe, que fue destruida en la época de Taifas. Aquí se hallaron numerosos huesos y restos de cerámica. Muy cerca se encuentran Las Majadas, donde antiguamente discurría la vida antes de que la gente viviese en la costa.
Una vez en la entrada al Parque Ecológico de Peña Escrita, el sendero se vuelve más empinado y estrecho. A partir de aquí, el viajero puede encontrar numerosos animales en libertad, como muflones, gamos, jabalíes o avestruces. También se pueden ver especies animales en jaulas situadas a lo largo de las 400 hectáreas por las que se extiende el parque.
La flora mediterránea típica de toda la costa granadina se mezcla con la del microclima tropical existente en Almuñécar. Así, durante todo el recorrido se pueden encontrar el pino mediterráneo y el olivo, existentes en la zona desde la época árabe, junto a árboles frutales que en España sólo se dan en la Costa Tropical, como el chirimoyo, el aguacate o el mango.
Dentro del parque de Peña Escrita se puede hacer una parada en el Mesón Cantalobos. Un negocio familiar decorado al estilo rústico, en el que es posible descansar admirando el paisaje mientras se toma un aperitivo de ibéricos o alguno de los platos típicos de la zona, como el cocido de hinojos, sentado junto a la chimenea.
También está previsto que en muy poco tiempo se ponga en marcha un programa lúdico con diversos deportes de riesgo, como el barranquismo, la escalada o la caída libre. Dentro de las actividades que ya se pueden realizar están el parapente y el ala delta, deportes para los que existe una pista junto a la caseta del guarda a 1.100 metros de altura sobre el nivel del mar, que es el punto más alto del parque y desde donde se puede divisar casi toda la costa granadina. Además, se pueden practicar la bicicleta de montaña y el senderismo y montar a caballo, con monitores especializados.
El regreso a Almuñécar se realiza prácticamente por el mismo sendero, a excepción del último tramo del camino. El descenso se realiza por el barrio de Torre Cuevas, donde es posible contemplar uno de los tramos mejor conservados del acueducto, y también el de mayor altura, con una longitud de 130 metros. En esta misma zona se encuentra el columbario romano de La Torre del Monje, panteón funerario en cuyo interior se colocaban las urnas con las cenizas de los difuntos.