Un itinerario turístico dedicado a Federico García Lorca descubre 74 años después de su fusilamiento los lugares más cotidianos del poeta en las calles de Granada, ciudad en la que habitó la mayor parte de su vida.
Los lugares lorquianos velados entre las calles de Granada, y a menudo olvidados, han sido repasados por María Angustias García-Valdecasas, guía turística y fundadora de la empresa Cicerone, que organiza este paseo del que han disfrutado decenas de personas. En la ciudad aún se conservan las dos viviendas en las que Lorca ideó sus primeras obras, ambas junto a la Fuente de las Batallas y a escasos metros de la tertulia de intelectuales que frecuentaba -"El Rinconcillo"-, donde se animó al autor a emprender sus primeros pasos literarios.
Con sólo 17 años fue aceptado en esta tertulia, que se celebraba en el lugar donde actualmente se sitúa el restaurante "Chikito", por su "personalidad arrolladora", según comenta García-Valdecasas, hecho que supuso el "despertar literario de Federico", que en su juventud se decantaba por la música.
El padre de Lorca, un campesino adinerado de la Vega granadina "que nunca cogió el azadón", fue una cortapisa en cuanto a la vocación musical de su hijo, al que obligó a cursar la licenciatura de Derecho en la Universidad de Granada.
Sin embargo, sí le sostuvo económicamente hasta pasada la treintena e incluso le subvencionó la publicación de sus primeras obras, según ha referido la guía turística.
La plaza del Carmen, lugar en el que tiene su sede el Ayuntamiento de Granada, del que el padre de Lorca fue concejal durante la Segunda República; la plaza de Mariana Pineda, presidida por la estatua de la heroína liberal, que contempló el poeta, o la catedral de Granada, de la que salía cada año en la procesión del Corpus, son otros de los lugares incluidos en el itinerario en su homenaje.
Su ciudad
La calle Mesones es también un sitio que evoca al escritor, ha que allí se ubicaba la imprenta que publicó su primera obra, "Impresiones y paisajes", en la que expresó su fascinación por Granada, de la que escribió que es una ciudad que "ama lo diminuto".
Entre los lugares más cotidianos del poeta que se repasan en la ruta se encuentra en esa misma calle la farmacia "de confianza" de la familia Lorca, que se conserva tal y como estaba por entonces.
Granada continúa siendo una ciudad repleta de vestigios de Lorca, aunque son pocos los homenajes a su figura en la capital, por lo que el Ayuntamiento ha anunciado que el próximo otoño una efigie en su memoria se ubicará en el nuevo bulevar de la Constitución, junto con la de otros ilustres granadinos como Elena Martín Vivaldi o Pedro Antonio de Alarcón.