En este recorrido nos vamos a adentrar en la zona del Temple, en la ruta que hemos denominado como La tierra de Al-Mallahi (“el de la Malaha”), en recuerdo de uno de los más relevantes personajes de la historiografía hispanomusulmana.
La descripción de la comarca la vamos a hacer de la mano del médico y naturalista granadino Francisco Fernández Navarrete, que en 1736 se expresaba así:
El Temple y sus colinas empiezan en una cordillera de mediana altura que baja haciendo una línea curva desde el Padul hasta Láchar y es la primera grada del hermoso Anfiteatro de la Vega y principio del paraje que llaman Temple, por ser el más caliente y templado en el Invierno, aunque no lo más sano del país. Tiene pocas aguas y no muy buenas, y las tierras son fecundas en años lluviosos, pero se abrasan en ellas si es fuerte y calmoso el verano. Es la tierra de más esparto que se conoce en el Mundo: surte de él a toda la Andalucía y Marina.
La segunda grada o Cordillera algo más alta, que es también Temple, empieza desde un cerro frontero del Padul y baja encadenado hasta un sitio más allá de Láchar que llaman el Mármol quebrado. En esta se levanta bien alto el cerro que llaman Monte-Vive, en cuyas espaldas está Lamalá con su célebre Salina y Baño. Y después de esta baja otra Cordillera casi del mismo sitio, y pasa por Santa Pudia y por Agrón, hasta hacer frente sobre Genil a los Cortijos de Tocón; y esta Cordillera es el límite del Temple.
Completando la descripción anterior, señalamos que el Temple es un altiplano entre los setecientos y mil metros de altitud, al sur de las Vegas del Genil y al suroeste de la capital. Son unos parajes de paisajes abiertos, presididos por sierra Nevada y la sierra local de Pera, de perfiles suaves, que ocupa su zona meridional. Estas tierras son y han sido, desde la más remota antigüedad, un llano y amplio solar, donde el hombre ha vivido de la agricultura y la ganadería, de la minería y de la sal.
El conjunto de la comarca se caracteriza por el dominio de un clima mediterráneo de matiz acusadamente continental, con frecuentes heladas y con una pluviometría alrededor de 400 mm. anuales. Por la escasez de acuíferos de la zona, las actividades de sus habitantes se han dirigido hacia los cultivos de secano y la ganadería, de mucha más importancia económica que las terrazas irrigadas.
En algunos documentos de compraventa de tierras del siglo XV, se especifica si va agua incluida, por lo que se deduce que eran dos bienes diferentes objeto de transacción.
Parte de la comarca está siendo capturada por la expansiva área metropolitana de Granada, lo cual cambiará la realidad económica, laboral y residencial del conjunto, aunque todavía, sus 4.904 habitantes, disfrutan de la quietud y tranquilidad propias del aire rural de los pueblos de Andalucía.
Nuestro itinerario partirá de la Malahá, considerado este municipio como la Puerta Oriental de la comarca del Temple, y recorrerá localidades de la comarca, como Escúzar, Agrón, Ventas de Huelma, Ácula y Chimeneas.
En el Temple, el visitante puede disfrutar de algunos platos típicos elaborados con productos cinegéticos, matanza y frutos de la zona. Sirva de ejemplo la sopa de almendras, sopa granadina, potaje de garbanzos, olla de habas, habas con jamón, chivo al ajillo, conejo a la labradora, espinacas o espárragos trigueros en caldo, ajoblanco.
Entre su rica repostería encontramos dulces de varios tipos como: Roscos de vino, roscos de naranja, magdalenas, bizcochos y tortas.
Se puede comprar piezas de caza a los mismos cazadores, aceite, pan artesano y de aceite, bordados y, si somos decididos, casas para rehabilitar aún a precios asequibles.