La Tahá de Pitres está constituida actualmente por los núcleos de Pitres, Capilerilla, Mecina, Mecinilla, Fondales, Ferreirola y Atalbéitar. En su conjunto define un modelo de ocupación del territorio que permanentemente nos asombra, nos embelesa y enamora. Ver las diferentes alquerías desparramadas a diversas alturas, la organización de las acequias, bancales, barrancos y arbolado; oír los chorrerones y fuentes con su incansable musicalidad, los terraos de launa, el silencio, la fusión de caserío y naturaleza, produce en el caminante una infinita sensación de paz y tranquilidad.
Para tener una visión panorámica de esta tahá recomendamos que la visiten en otoño y realicen una excursión por la Sierra de Mecina. Con esta propuesta saldremos de Ferreirola hacia la fuente Fanjuila, cruzaremos el río de Trevélez junto al puente romano y las ruinas de un molino. Ascenderemos por el sendero de las Carrigüelas hasta la cuerda. Ya arriba se nos quedarán las minas del Conjuro y el Portichuelo de Cástaras a la derecha y, frente a nosotros, al Norte, no dejaremos de mirar una de las postales más bellas de toda la Sierra, toda La Tahá, al completo, con sus diferentes matices de verdes, amarillos, marrones, rojos, todo un paraíso para los sentidos.
En dirección al Oeste caminaremos por una pista ancha de tierra que discurre entre pinares hasta llegar a Campuzano, en la Loma del Aljibe, desde donde desciende un lindo sendero empedrado que, zigzagueando, desciende hasta el río; en la Hoya del Lobo cruzaremos el Trevélez por un puente que nos introducirá rápidamente en Fondales.
A la vuelta de una cerrada curva que la carretera da hacia la izquierda, la estampa de Pórtugos aparece casi de improviso, lo primero que llama la atención, como en Atalbéitar, es la torre de su iglesia, si bien ésta no se alza como aquélla en un extremo del pueblo, sino justamente al contrario, en pleno centro. Hasta allí deberá dirigirse el viajero para recrear la vista en el asimétrico rectángulo de la plaza del pueblo, una de las más originales y hermosas de estos contornos. Lo que impresiona aquí es su conjunto urbanístico, con todos sus soportales, balcones y terrazas completamente abarrotados de floridas macetas, y muchas de sus casas salpicando aquí y allá la inmaculada blancura general con sus fachadas ocres, verdes, amarillas…
Los barrios de Churriana, Zacatín y La Pocilla no pueden ser, en efecto, más típicamente alpujarreños, con sus empinadas calles, sus sinuosos adarves y sus característicos tinaos, donde el espacio público se privatiza y es como una prolongación de las casas que a ellos abren sus puertas…”.
También podemos hacer un maravilloso paseo por toda la tahá saliendo de Busquístar por un senderillo que sale junto a Las Eras y que, rodeando la atalaya de El Castillejo, nos conduce a la fuente de Fanjuila; continuamos hasta Ferreirola, nos deleitamos con sus casas y huertas hasta buscar la aldea más baja, Fondales, colgada sobre el río Trevélez, nos regocija por su silencio y su sencillez; comenzamos a ascender hasta Mecinilla primero y Mecina, inmediatamente después.
Por la izquierda del río Bermejo sale un senderillo que nos conduce hasta Pitres; aquí buscamos las casas más altas para coger el caminillo que nos lleva hasta Capilerilla. Nos encaminamos ahora a Pórtugos por una senda que va junto a la carretera de acceso a Capilerilla, cruzamos por una maravillosa fronda por los hilacares y saltamos el río Bermejo, en breve estamos en Pórtugos.
De la parte más baja del casco urbano, junto a la carretera, sale el camino que tras pasar por el Área Recreativa El Chorreón nos lleva hasta Atalbéitar. Para terminar nuestro recorrido, enlazaremos con Busquístar por un senderillo que transcurre entre La Lomilla y la cara norte del Castillejo.
Desde Capilerilla, la aldea más elevada del municipio de Pitres, podemos hacer una incursión, de gran belleza, hasta la alta montaña, hasta el Refugio Poqueira primero, para después acceder al Pico del Púlpito, a Río Seco, a la Laguna de la Caldera o al mismísimo Mulhacén.
Para ello comenzamos a ascender junto al Río Bermejo, pasando primero por Las Lomillas, el Molino del Sol y el Tajo de Cortés; a nuestra derecha queda la Loma del Jabalí y el Área recreativa del río Bermejo; seguimos ascendiendo, la senda va a torcer claramente a la izquierda, buscando las Chorrerillas de Cortés y el Área recreativa del Portillo. Poco a poco vamos cambiando a la cara oeste de la loma del Pico Prado Llano (2.577), a nuestra izquierda el barranco del Poqueira.
Seguimos ascendiendo hasta Los Prados del Perro, el Hornillo y los Corrales de Pitres, abajo, a la izquierda La Cebadilla. Seguimos ascendiendo hasta el cortijo del Peñón, a continuación pasamos entre la Acequia Alta y Baja y más tarde, en el Cortijo de Tomás, enlazamos con el sendero que viene de Capileira, queda el último repecho, por el Barranco del Peñón Grande nos encaramamos hasta el Refugio del Poqueira, importante centro operativo para abordar las altas cumbres.
Pero sigamos nuestro sendero. Salimos del Barrio Alto e iniciamos nuestra marcha por la carretera, atentos porque pronto nos encontramos un sendero que cogemos y sale a la derecha. Caminamos y nos topamos con el conocido manantial de agua agria, famoso en toda la comarca. Rápidamente llegamos a Pórtugos. De Pórtugos salimos por la carretera y buscando el fondo del barranco, cogemos una vereda que nos conduce rápidamente a Atalbéitar.
De esta población salimos junto a la iglesia por la carretera, posteriormente la dejamos para coger un sendero, y atravesamos un lindo castañar en el entorno de río Bermejo, para llegar rápidamente a Pitres. Pitres está más bajo que nuestros dos próximos objetivos, así que por el lavadero cogemos un sendero que asciende por entre un animado castañar y que nos sitúa rápidamente en Capilerilla.
Salimos de esta aldea buscando la acequia de las Ventajas, que cruzaremos, así como una pista forestal. Pasaremos por entre la Peña del Ángel y la loma de las Tonadas. Ya dominamos las primeras vistas sobre el increíble barranco del Poqueira y junto a la ermita de San Antonio penetramos en Bubión.