Visitar la Alpujarra alta es estar en el corazón mismo de esta comarca granadina y disfrutar de un festival de colores, a un paso de las nieves legendarias del Mons Solaris.
Desde el verde claro de sus barrancos y bancales al verde intenso, casi negro metálico, de los encinares que ocupan las partes altas de la sierra. Del azul del cielo al rojo de los atardeceres invernales; el blanco inmaculado de muros y tinaos en fuerte contraste con los grises de la pizarra y la launa brillante de los tejados; los amarillos y anaranjados en los castaños y robles del otoño…
Por una parte Pitres, Pórtugos y Busquístar, separados por apenas un puñado de kilómetros, se presentan compartiendo la umbría del río Trevélez. Independiente, orgulloso de su máxima altura, está Trevélez, a pie de cumbre. Y a la vuelta del Portichuelo de Cástaras, Juviles y Bérchules se asoman ya a otro valle, al Guadalfeo.
Itinerario
A lo largo del valle del río Trevélez, la ruta principia en La Tahá, un solo municipio pero siete maravillosos pueblos con interesantes parajes naturales, para recalar después en Pórtugos con su Fuente Agria.
Busquístar es la siguiente parada antes de entrar de lleno en Trevélez y el paraíso del jamón. Por último, atravesando viejos robledales y recientes cultivos de frambuesa, este itinerario lleva al viajero hasta el estirado Juviles y acaba en Bérchules, paraíso de la castaña, del agua y de la divertida Nochevieja estival.