Altos tajos de rocas calcáreas, con barrancadas y terrazas, poblados de abundante vegetación ñencinas y monte bajoñ es la panorámica que podrá contemplar el viajero que llegue a Montefrío por la carretera que une a este histórico pueblo granadino con la vecina Íllora. Todo este conjunto forestal esconde a la Peña de los Gitanos que dio cobijo a importantes poblaciones durante siglos. Si bien, ahora permite que el excursionista se recree en zonas como las de las terrazas inferiores en las que circundando un área de seis kilómetros de longitud se encuentran esparcidos como un centenar de sepulcros megalíticos.
Este paraje guarda aún muchas huellas e historias. Los dólmenes son de unos ocho metros de longitud. También existen abundantes cuevas que dieron cobijo a nuestros antepasados. Los especialistas destacan la Cueva Alta y la de las Tontas. Y otro punto importante es el poblado de Los Castillejos, del que apenas quedan algunos esbozos del conjunto de aldeas que lo formaron y que fueron construidas con piedra y barro. Son enclaves perfectos para dejar volar la imaginación y reconstruir pequeñas historias del pasado.
Después de este regreso al pasado el viajero podrá descubrir en Montefrío, que está asentado en la Depresión de Granada en el sector central de las cordilleras béticas, un curioso contraste paisajístico en el que conviven las estampas abruptas descritas anteriormente con las zonas bajas sembradas de cereales y olivares. En sus paseos el viajero comprobará además que este municipio está bañado por cuatro arroyos: Turca, los Pinares, Molinos y Milanos.
Reliquias urbanas
Tras visitar el entorno natural y contemplar las elevaciones de la sierra de Parapanda y la de Chanzas, hay que detenerse en los monumentos del casco urbano. En esta ruta el viajero puede visitar la iglesia del convento, el pósito, la iglesia de la Encarnación, el hospital de San Juan de los Reyes, la Casa de los Oficios (oficina municipal de Turismo) y la antigua iglesia de San Sebastián. No obstante, aquí no termina el listado de rutas y visitas. Montefrío es un pueblo bastante turístico, tanto por el número de alojamientos y restaurantes como por los lugares que se pueden visitar.
Queda una de las zonas más bonitas: la del castillo y la fortaleza árabe. El castillo de la villa fue un lugar estratégico de defensa para el reino de Granada hasta su toma por el rey católico un 26 de junio de 1486.
Entre tanta excursión a los entornos naturales y los monumentos el visitante debe sacar tiempo para charlar con los vecinos de Montefrío y degustar su rica gastronomía. Qué aproveche.