Las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama forman un gran macizo montañoso que forma una barrera geográfica entre las provincias de Granada y Málaga y ofrece a los viajeros un sinfín de balcones naturales y de rincones únicos. Uno de esos es el paraje El Alcázar. Para poder contemplar unas panorámicas únicas desde la Sierra de Almijara hay que subir al pico de la Cuesta del Cielo que resulta muy atractiva.
Situado a escasos kilómetros del pueblo de Alcaucín, el paraje de El Alcázar es uno de los rincones de mayor belleza del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Se trata de un antiguo cortijo, de impresionante masa forestal, habilitado para el disfrute de los visitantes. Este enclave ecológico combina al mismo tiempo zonas ribereñas con el típico bosque mediterráneo que sirve de transición en la subida hacia el pico de La Maroma.
Dentro de este paraje destaca el arroyo de El Alcázar, que nace en el seno de Sierra Tejeda y recorre todo este antiguo cortijo, dejando a su paso rincones de gran belleza, con pequeñas cascadas y pozas umbrías. En sus primeros tramos, este riachuelo discurre tranquilo hasta que se abre en un impresionante tajo calizo que marca decididamente este paisaje montañoso. A pocos metros del arroyo, se puede encontrar la gran masa forestal de pinos que caracteriza a esta zona del Parque Natural y que acompaña a los senderistas en los primeros tramos de subida a La Maroma.
Gracias a su altitud, el cortijo de El Alcázar disfruta de excelentes vistas del Parque y de la Axarquía. A pocos metros del área de acampada, se localiza un mirador desde donde se divisa el pantano de La Viñuela y su entorno, donde se aprecian algunos núcleos como Puente Don Manuel o Periana.
En el otro lado del valle que forma el arroyo Alcázar, también se ha habilitado otro balcón, pero de mayores dimensiones, en el que se aprecia fundamentalmente el impresionante barranco que acompaña al curso del riachuelo, así como las escarpadas cumbres que resguardan de la luz solar durante muchas horas. Además de sus vistas, este mirador tiene una escultura dedicada a la cabra hispánica, un mamífero que abunda en estas sierras.
Además de conocer la biodiversidad de este Parque Natural, una visita a El Alcázar es una excusa perfecta para conocer la riqueza histórica del entorno. Sin salir del término de Alcaucín, se llega hasta las ruinas del castillo de Zalía, una fortaleza de origen fenicio que fue utilizada posteriormente por otras civilizaciones hasta la época de los árabes. En este enclave, según la leyenda, se sitúa la antigua Odyscia en la que se relatan algunas de las hazañas de Ulises.
Por la carretera que conduce hasta Alhama de Granada se localiza el Boquete de Zafarraya, una cueva prehistórica donde se halló una mandíbula de un hombre de Neanderthal. Mucho más reciente es Alcaucín, un pueblo de origen andalusí, donde destaca su emblemática Fuente de los Cinco Caños.