Pequeños paraísos donde respirar aire puro. Fonelas es uno de esos pueblos pequeños (no muy conocido) en los que pasar unos días (este puente puede ser bueno) para realizar actividades al aire libre y conocer un poco más de la historia de la provincia granadina y de los restos que alberga. El municipio está situado en el cuadrante nordeste de la provincia, en la margen izquierda del río Fardes y uno de sus tesoros es el puente de ferrocarril, creado por la escuela del maestro Eiffell. Fonelas, de unos 1.200 habitantes, está poblado desde tiempos prehistóricos. En época ibera y más tarde romana fue un centro de cultivo de vides ya que el topónimo Fonelas parece aludir a las viñas, al igual que el topónimo "Acci" (origen ibérico) que también hace referencia a los viñedos. En época musulmana sufrió numerosos embates al estar situada en la ruta de las penetraciones castellanas de Cazorla sobre Guadix. Tras la conquista cristiana fue donada a don Álvaro de Bazán y después pasó a los Afán de Rivera, ricos terratenientes.
Caza al aire libre
En Fonelas son numerosos los yacimientos arqueológicos. Destacan algunos como el de cazadero achelense de la Solana del Zamborino (Paleolítico inferior) que consiste en un campamento de caza al aire libre. También importante es la necrópolis megalítica de Fonelas formada por unos 70 dólmenes, dispersos en varios grupos. Destacan los de ñMoreno 3ñ y ñDomingo 1ñ. En el primero de ellos se encontró una estela funeraria, realizada en pizarra, expuesta en el Museo Arqueológico Provincial de Granada, en la capital. Hace unos años también se hallaron en este municipio unos 350 fósiles con 1,8 millones de años. Eran restos de grandes mamíferos que constataban la importancia paleontológica de la provincia granadina. De las épocas ibera y romana también se han encontrado interesantes vestigios; y de la Edad Media, torres vigías como la torre de los Moros, torre Pocico o torre de Muros. Durante la estancia en Fonelas el viajero puede aprovechar para hacer senderismo, visitar los yacimientos (incluida la necrópolis), perderse por las choperas que hay cerca del pueblo, caminar por el citado puente del Anchurón o visitar la iglesia parroquial del siglo XVI.