Este nuevo recorrido nos ofrece la posibilidad de visitar y conocer tres espacios serranos totalmente distintos que, una vez más, nos mostrarán la variedad y riqueza de Sierra Nevada.
El primero nos acercará al sabor de un pueblo no demasiado grande que, en el piedemonte, nos sorprende con una estructura urbana tradicional –típica diríamos hoy- de calles estrechas y tortuosas que se asoman a un río serrano: en este caso, el Dílar que, aguas arriba, nos sumergirá, a poco que lo remontemos, en plena baja montaña granadina.
Nuestro segundo espacio es, en habitantes, mucho más amplio. Engrandecida a base de urbanizaciones que no dejan de multiplicarse, La Zubia se ha convertido en un importante núcleo urbano dentro del área metropolitana en el que se aprecia perfectamente el contraste entre la “parte nueva” y el casco antiguo, entre la agricultura tradicional y su futuro industrial. Nos ofrece, además, La Zubia, fácil camino para, atravesando sus pinares, subir a la Fuente del Hervidero, paraíso de los senderistas.
Por fin, bien desde Dílar o La Zubia, la sierra pura y dura que, acotada por los ríos Dílar y Monachil que casi llega a comunicar el arroyo Huenes, nos va a conducir, entre arenales y picos de renombre –el de la Carne; el del Tesoro; el de los Pollos; el, no se nos podía olvidar, Trevenque- hasta la carretera de la sierra, enlazando con la ruta anterior cerca del Dornajo. Pero no sólo veremos picos y plantas ya que, aunque nos parezca extraño, nos servirá este recorrido para acercarnos al poblamiento humano de la sierra, representado por los tradicionales cortijos.
Prepara zapatos de vestir y botas de andar porque ambos te harán falta.