Cuenta este municipio con una torre vigía de la última etapa musulmana, que formaba parte del sistema de defensa organizado por la dinastía nazarí de Granada. Es de tipo circular y está en ruinas. La iglesia parroquial de Nuestro Padre Jesús Nazareno conserva su diseño original aunque tuvo que ser prácticamente reconstruida en el siglo XIX y restaurada tras la guerra civil del XX. También destaca un molino de harina, en magnífico estado de conservación, de propiedad privada. Peculiaridades Las características más destacadas de esta localidad son sus parajes naturales, como Peña Gorda, Los Llanos o el barranco de Matajacas, así como la franja que ocupa el lecho del río Alhama con vegetación típicamente mediterránea. Pueden practicarse el senderismo y la caza, y dispone de un área de acampada en el Cortijo del Aire. Como tradiciones, se mantienen las de encender hogueras la noche de La Candelaria, el 2 de febrero, y la romería hasta Huerta Poleas, en Valenzuela, el último día de las fiestas de agosto para pasar la jornada en el campo en convivencia. Ofrece la posibilidad de practicar una gran variedad de deportes náuticos en el Pantano de los Bermejales.
Historia
Santa Cruz de Alhama hasta el último cuarto del siglo XIX, fue habitado posiblemente en tiempos del Imperio Romano y alcanzó su principal desarrollo durante la dominación islámica, aunque sólo era entonces una alquería, gracias a su situación geográfica y sus condiciones de tierra fértil con abundante agua. En el comienzo del XIX vivió con intensidad la presencia de tropas napoleónicas en la zona y en 1884 fue destruida por el llamado Terremoto de Andalucía, iniciándose su reconstrucción, aunque manteniendo sus características esenciales, gracias a las ayudas recibidas de la Unión Mercantil y comerciantes de Madrid, por lo que cambió su nombre al actual de Santa Cruz del Comercio.