Hay restos de un castillo árabe al que se conoce como La Juliana. La iglesia parroquial de San Miguel, de estilo neoclásico, se edificó en el siglo XVIII, y la ermita de la Santa Cruz, de finales del XIX, señala la entrada al núcleo urbano. La llamada Fuente del Cuartel, en el lugar en que se asentaba hasta hace unos años la casa-cuartel de la Guardia Civil, conserva un valioso lavadero público recientemente restaurado. También hay yacimientos arqueológicos del Neolítico. Peculiaridades Murtas es la cuna de los ñtrovosñ, improvisados versos muy típicos en toda la Alpujarra, que sirven para establecer una curiosa comunicación entre los troveros y que ha dado lugar a la convocatoria de concursos y exhibiciones. Se mantiene la tradición de las llamadas ñcanciones de la ruedañ, que se entonaban cuando se acudía a pelar almendras y con las que se establece una especia de ñpiqueñ entre los distintos barrios. También se conservan bailes antiquísimos como el ñrobaoñ o la ñmudanzañ. Murtas fue sede del Festival de Música Tradicional de la Alpujarra en 1983 y ha vuelto a serlo en 2002. Lo más característico sin embargo es el increíble y extenso panorama que se divisa desde la cima del Cerrajón, justo encima del pueblo, que alcanza desde las cumbres de Sierra Nevada hasta la costa del Mediterráneo.
Historia
El hallazgo de hachas y otros restos de la Edad del Bronce permiten asegurar que en este lugar hubo asentamientos humanos desde el Neolítico, hacia el 9000 a. C. Durante el periodo nazarí perteneció a la tahá de Sahil ñMecina Tedel era entonces una alquería- y tras la conquista por los Reyes Católicos en el siglo XV sufrió la presión cristiana que terminó en un levantamiento general de los moriscos bajo el caudillaje de Abén Humeya. La expulsión con la que terminó la revuelta provocó un despoblamiento que se solventó con la llegada de colonos desde Galicia, León, Asturias y Castilla. Durante el siglo XIX despertó en esta localidad una floreciente industria de vinos y sedas.