En la zona conocida como Los Caserones hay un yacimiento arqueológico datado en el Neolítico, que fue estudiado y expoliado en la década de los años 30. La iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario es del siglo XVI. Peculiaridades El casco urbano de esta localidad es típico alpujarreño y se mantiene casi sin impactos modernos. Su entorno, con numerosos senderos y caminos forestales, es estupendo para la práctica de senderismo y otras actividades en contacto con la naturaleza. En el paraje de Entresierra y las cortijadas de Aguas Blanquillas y Guardajama se puede disfrutar de aire puro, magnificas vistas y cocina tradicional; en esta última, además, hay una fuente de agua fresquísima que surte a toda la Vega de los alrededores. El Sequero es un área de recreo que está muy bien equipada. Como tradición, el Domingo de Carnaval los vecinos van a comer al campo y hasta hace unos años era costumbre ofrendar palmitos a las novias, razón por la que esta fiesta también se conocía como el Domingo de Palmitos.
Historia
Al igual que prácticamente toda la zona costera mediterránea granadina, este lugar debió conocer la presencia de los fenicios y los romanos, aunque es indudable que sus primeros habitantes se remontan mucho más allá al haberse encontrado en este término municipal una necrópolis del periodo Neolítico. Durante la época islámica gozó de cierta prosperidad que se acabó con la llegada de la guerra a finales del siglo XV, la rebelión de los moriscos en el XVI y la expulsión de éstos y el consiguiente despoblamiento que provocó en toda la zona. Con muchas posibilidades de explotación turística, al estar encajada entre las sierras de Los Guájares y Almijara, Lentejí espera su oportunidad y mientras intenta también el despegue con el cultivo de productos tropicales.