La iglesia parroquial fue construida a mediados del siglo XVII y es de estilo neomudéjar, con una buena conservación. Igualmente se mantiene la que fuera casa-palacio de los condes de Antillón, propietarios de la zona durante algún tiempo, edificio señorial del siglo XIX y que ha sido adquirida por el Ayuntamiento que pondrá en ella la Casa Consistorial. También del siglo XIX está la ermita de San Isidro, en las proximidades del nacimiento. Hay en su término dos yacimientos arqueológicos: el ya mencionado ibero de las Erillas y el también citado de Ventas del Nacimiento, que es de origen romano. Peculiaridades Deifontes conserva un casco urbano sin grandes impactos de modernas construcciones y posee una estación ferroviaria muy antigua y todavía en uso. Sus celebraciones de Semana Santa y Semana Cultural son muy participadas y populares en toda la zona del cinturón de Granada, además de mantenerse la tradición de la romería en honor de San Isidro Labrador, al más puro estilo andaluz, enjaezando animales y carretas para desplazarse la población hasta la ermita del santo en el nacimiento, donde se pasa la jornada entre bailes, cantes y comida popular y compartida. Lo mas destacado, aunque no está totalmente en su término municipal, es la peculiar Cueva del Agua, objeto tanto de atractivo turístico como de investigaciones científicas y expediciones espeleológicas.
Historia
Dada la privilegiada situación de este término municipal, a orillas del río Cubillas que riega fértiles huertas y con magníficas vistas paisajísticas, ahora también en las proximidades del pantano con igual nombre que el río, no es de extrañar que haya tenido asentamientos humanos muy antiguos como demuestran los restos de un poblado ibero hallado en las Erillas y de población romana en Venta del Nacimiento. Fue sin embargo durante la dominación musulmana cuando adquiere protagonismo propio por la fertilidad de sus tierras, siendo llamado Dialfates, vocablo que podría derivarse de la unión de las palabras dar y alfont o casa de la fuente. Tras la conquista cristiana pasó por diversas vicisitudes y en el siglo XVII quedó como propiedad de la Abadía del Sacromonte por expresa cesión de la Corona. Cuando se produjo la famosa Desamortización de Mendizábal fue subastado el terreno que ocupa y comprado por la condesa de Antillón. Por real orden de 1903 adquiere la condición de municipio y recibe el nombre actual, que procede de las palabras latinas Deus y Fons y viene a significar Fuentes de Dios, sin duda por sus magníficos manantiales.