Calles empinadas y viviendas situadas de manera escalonada, con tejados planos de pizarra, que sirven de terraza a la situada más arriba. Casas adaptadas al terreno montañoso sobre el que se asientan. Este es el paisaje urbano que Bubión ofrece al que lo habita y al que lo visita. Son muchos los encantos de esta hermosa población. Situada en la parte más baja del núcleo urbano, al borde del barranco sobre el río, se levanta la iglesia parroquial de estilo mudéjar, construida en el siglo XVI. Junto a ella se conservan restos de un antiguo torreón árabe de la época nazarí, que sirvió de baluarte a los seguidores de Aben-Humeya. En la plaza de la iglesia, se levanta una hermosa y refrescante fuente, que vierte el líquido elemento por cuatro caños de cruz. Igualmente en esta plaza se encuentra la Casa Alpujarreña. Construida durante la reconquista, la casa ha sufrido diversos arreglos. Se trata de una casa típica de la comarca, apoyada directamente sobre la roca del subsuelo. Merece la pena visitar este museo con el fin de conocer las costumbres de los alpujarreños. Y sin duda, en Bubión debemos preguntar por el Castaño gordo, aquel que dio cobijo a seis escuderos del comendador de Castilla y a sus caballos.
Historia
Colgado materialmente del barranco del Poqueira, en el corazón de la comarca de la Alpujarra, el municipio de Bubión forma con los de Pampaneira y Capileira un núcleo que ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico y que conserva la fisonomía propia de los antiguos pobladores bereberes. El origen de esta población está documentado que es preislámico y podría ser latino. De cualquier modo alcanza más relieve en la época árabe, durante la que desde el siglo XIII formaba parte de la taha de Poqueira. En la sublevación de los moriscos, sin embargo, sus habitantes apoyaron decididamente la causa del caudillo Fernando de Válor, Abén Humeya, y al ser derrotados por Juan de Austria pagaron las consecuencias y fueron expulsados en su mayoría, quedando muy despoblado el lugar como casi toda la provincia. Más adelante se repobló con colonos llegados desde otros reinos españoles.