La provincia de Granada pocas veces ha podido sacar pecho a lo largo de la historia en cuestión de infraestructuras. Más bien todo lo contrario. Sólo hay que echarle un vistazo a los periódicos para comprobar que ocurre todo lo contrario. Vamos, que hay que hacer el movimiento del avestruz. No obstante, no siempre ha ocurrido eso. Ha habido épocas mejores. Un ejemplo es el puente de ferrocarril del Hacho en la estación de Alamedilla-Guadahortuna (1898). Ese si fue y es motivo para presumir, aunque sea poco.
El estudio de la línea férrea fue redactado y firmado por los ingenieros del taller de Alexandre-Gustave Eiffel, concretamente Duval y Boutilliea. Según algunas informaciones el puente del Hacho fue construido aproximadamente entre los años 1886 y1895. El 22 de marzo de 1898 quedó abierto a la explotación pública el tramo comprendido entre las estaciones de Alamedilla-Guadahortuna. Y desde entonces decenas y decenas de personas se aprovecharon de este servicio.
Esta gran estructura fue considerada durante muchas décadas como el puente más largo y elevado de la red ferroviaria española, con un total de 623 metros de longitud para salvar un barranco de gran profundidad. Actualmente no está en uso, ya que fue sustituido por uno más moderno en la década de 1970. Hoy por hoy tampoco está en las condiciones que debiera.
Tanto es así que cuentan que se quiso vender para chatarra y gracias a las protestas de los vecinos se consiguió que se mantuviera. Aún así necesita que se conserve y rehabilite. En torno a esta estructura, referente de la comarca de los Montes Orientales, se ha creado, además, la plataforma Puente del Hacho. Los vecinos no están dispuestos a que una de sus obras emblemáticas se venga a bajo o se convierta en chatarra. Quieren cambiar el mal color de la estructura por el bueno y que las fotos, ya bellas de por sí de esta obra, salgan bien.
Al margen del estado de conservación, esta estructura sobresaliente del siglo XIX atienden a una serie de descripciones técnicas que según los expertos son singulares. El puente de hierro del Hacho es una obra dispuesta transversalmente sobre un amplio valle, el del río Guadahortuna como ya se ha mencionado. Esa estructura se mantiene fundamentalmente sobre tres tramos que están sustentados por once pilastras -siete de hierro y cuatro de piedra- y dos estribos de piedra, uno en cada extremo.
La peculiaridad de este puente se fundamenta en que los perfiles estructurales con que está construido son de tres tipos exclusivamente: ángulo, pletina y “U”, efectuándose la unión entre los distintos perfiles mediante roblones, según explican los especialistas. Además, comentan que una de las curiosidades del citado puente es que pese a ser metálico y de los más largos de España no tiene ningún tornillo en la estructura. Tampoco lo tiene el nuevo puente que se levanta al lado -es de hormigón armado-. Si bien, la niña bonita y el referente de Guadahortuna no es ese viaducto sino el del siglo XIX. El que proyectaron los alumnos de Eiffel. Lo dicho, un orgullo para los vecinos de toda la comarca.
El olvido
Así a escasos kilómetros de la capital granadina y haciendo de enlace con la vecina provincia de Jaén, el puente del Hacho espera ser bien tratado. Esta vía fue durante años escenario de tránsito y de idas y venidas. Después quedó desplazada y dejada un poco en el olvido, aunque parezca mentira porque el puente no pasa desapercibido debido a su gran magnitud. No obstante, los vecinos piden a voces que se le “mime”, al puente y los pueblos de la comarca. De lo que no hay duda es que esta estructura es una gran pieza.
El puente del Hacho siempre ha sido motivo de conversación y de preguntas. Tema de conversación, ahora tampoco puede dejar ser protagonista.