La Ermita de Nuestra Señora de las Nieves de Dílar, cuyo camino, aparte de que hay letreros, nos indicará cualquier vecino del lugar. Ya se hablaba de ella, y de su actual emplazamiento, en un interrogatorio realizado, entre los años 1790 y 1795, al cura párroco de la localidad, aunque sea la cuarta de las que se construyeron bajo esta advocación: la primera, en 1718, en los Tajos de la Virgen; la segunda, en 1724, cerca de la Laguna de las Yeguas; una más, en 1745, en el Picón del Savial, la Ermita Vieja, de la que se conservan los cimientos junto a la casa forestal; y, en 1796, la que tenemos frente a nosotros, que, con planta de cruz griega y cúpula semiesférica central, presenta gracioso juego de tejados y portada y cornisa pintados de color anaranjado de influencia sevillana.
En su interior se encuentra la imagen actual de la virgen –la primera está en la iglesia- que está aquí todo el año hasta que, en la madrugada del 15 de Agosto, es bajada al pueblo donde es procesionada. Antiguamente, la gente empezaba a llegar, en romería, el día 12, y hacía camas con la paja de los rastrojos para dormir los mayores, mientras los niños dormían dentro de la ermita.