Al Hospital Real le sobresalen los siglos de historia desde la distancia. La gran puerta de la fachada, el crucero central, sus techos o su distribución lo delatan. Es un auténtico monumento con construcciones arquitectónicas e historias muy peculiares. Así, el edificio que en un principio estaba destinado a acoger enfermos sifilíticos, tendría desde 1536 nuevos inquilinos: los “locos” o inocentes, debido a que se cerró el maristán. Después más de un granadino nació entre esas paredes y hoy por hoy es la sede del Rectorado de la Universidad de Granada.
Estos usos y algunos más es los que ha tenido este monumento desde que fuera impulsado por los Reyes Católicos en 1504 para atender a los heridos de la guerra de Granada. Sus ventanales y tejado se divisan desde el Triunfo -desde algunos miradores de la capital, fundamentalmente desde el Albaicín, también se distingue bien- y se encuentra enclavado entre las calles Ancha de Capuchinos, Real de Cartuja y Cuesta del Hospicio, avenida a la que da su entrada principal. En este lugar había en época musulmana un cementerio y con la conquista cristiana el terreno fue cedido a la ciudad como ejido -campo de uso común-.
En la actualidad el Hospital Real -tras diferentes remodelaciones- se ha adaptado a las necesidades de la Universidad. Pronto se acometerá el primer plan director y habrá nuevos cambios en la construcción que se inició según los planos de Enrique Egas, dentro del gótico final. Aunque también intervinieron Machuca, Siloé… por lo que el resultado fue y es una obra ecléctica, donde se mezclan elementos góticos, renacentistas y mudéjares. La impulsaron los Reyes Católicos, pero fue Carlos V quien se encargó de su conclusión al estilo renacentista. Además, según los historiadores la portada no se concluyó hasta la primera mitad del siglo XVII.
En estos siglos ha habido aciertos y desaciertos en las intervenciones, también sustos como el del incendio de 1549 y cientos de anécdotas, intervenciones humanas, aunque quizás haya una que sea más conocida que el resto. El protagonista es San Juan de Dios que participó en el salvamento de los hospitalizados. Las llamas afectaron fundamentalmente a los techos de madera que, realizados de nuevo por Juan de Plasencia y Melchor de Arroyo, constituyen al decir de los especialistas una de las más importantes muestras de la carpintería de la madera -o de lo blanco- del s. XVI.
La fachada principal, que da a la Cuesta del Hospicio, también es de una gran belleza. Presenta cuatro ventanas platerescas muy ornamentadas, con las iniciales y emblemas de los fundadores así como del emperador. Tras atravesar la reja y caminar unos cuantos metros espera el portón que da paso al edificio que un día fuera hospital y ahora ha cambiado los cuartos de los enfermos por los despachos de los vicerrectores, rector y demás personal de administración.
El patio de los Mármoles, el patio de la Capilla -hay un proyecto para rehabilitar precisamente la zona de la capilla y se ha descubierto una pintura-, el Crucero, la zona de la segunda planta en la que se encuentra la Biblioteca de a Universidad, son algunos de los lugares destacados del Hospital Real actual. Un edificio que los expertos saben que guarda algún secreto más que el de los enfermos, las leyendas de posibles apariciones o la ejecución de determinadas columnas o dependencias. No es así raro que cada vez que se programe una obra aparezca alguna puerta nueva, muro o cualquier otra construcción. Algo que aporta, quizás, un poco más de encanto a este gran monumento unido en la actualidad a la imagen de los jardines y fuente del Triunfo.
Tanto en lo arquitectónico como en los usos, el Hospital Real ha atravesado por diferentes estadios. Tras la desamortización de Mendizábal, en 1835, cuentan que el edificio sirvió de asilo para los ancianos más desfavorecidos y como Casa de Dementes que funcionó hasta el siglo XX. En la actualidad, como ya se ha comentado, es sede del Rectorado y de importantes actividades culturales, fundamentalmente de grandes exposiciones en el Crucero.
Hospital Real. Se localiza entre las calles Real de Cartuja, Ancha de Capuchinos y Cuesta del Hospicio, donde se encuentra su entrada principal.
Autor y fecha de construcción: El autor es Enrique Egas. Empezó a construirse en 1511.
Un poco de historia: Fue mandado a construir por los Reyes Católicos tras la conquista de Granada. A lo largo de los siglos ha sido utilizado para diferentes menesteres, desde hospital para "locos" hasta asilo y tras dejar atrás sus etapas puramente hospitalarias pasó a ser sede del Rectorado de la Universidad de Granada.
Horario de visitas: Las puertas están abiertas durante todo el día y al patio de los Mármoles, Capilla, Crucero… el acceso es libre.