Hallazgos arqueológicos de las últimas décadas han demostrado el antiquísimo asentamiento del hombre en la comarca del Poniente granadino. Los especialistas han resaltado el gran interés de los restos encontrados en el Cerro de Castellón y Cerro de la Mora pertenecientes a distintas épocas.
Según cuenta Encarnación Fernández en su libro fueron los hermanos Fernández Garcés, de Loreto, en especial Víctor, quien en los años 70, a la sazón estudiante de Arqueología, informó a sus profesores del Departamento de Arqueología que siendo niños habían encontrado en la superficie distintos restos y piedras de sílex pulidas. En 1979 el profesor Javier Carrasco y su equipo iniciaron las excavaciones que tuvieron excelentes resultados pues han permitido demostrar la ocupación humana de este territorio de forma ininterrumpida desde el año 1700 a.d. C hasta el 700 a.d.C., e incluso, también se han localizado restos fenicios, romanos, visigodos y musulmanes.
La investigaciones se prolongaron durante varias campañas y dadas sus características se ha concedido, en julio de 2004, el expediente de declaración de zona arqueológica. Así lo indica el decreto 479/2004 de 1 de septiembre, (BOJA Nº 174 de 6/9/04), La importancia del yacimiento arqueológico de Cerro de la Mora, en Moraleda de Zafayona (Granada), radica en la entidad y complejidad estructural que éste presenta, adquiriendo una gran representatividad gracias a su ocupación ininterrumpida, desde el siglo XV a. C. hasta el siglo II o III d. C., para conocer posteriormente ocupaciones esporádicas tanto como lugar funerario como de hábitat hasta tiempos medievales. Su secuencia cronológica se inicia en las fases finales de la Cultura del Argar y se desarrolla con continuidad hasta el bajo Imperio Romano, lo que posibilita el estudio de las grandes transformaciones sociales, económicas y políticas que han supuesto las colonizaciones, la gestación de los pueblos ibéricos y la romanización de la Península.
También en una zona cercana al puente de Moraleda conocida con el nombre del cerro del Castellón se realizaron en la década de los setenta distintas excavaciones que dieron como fruto la localización de restos romanos. Este yacimiento comenzó a excavarse en 1979 y se han llevado a cabo distintas actuaciones hasta 1989. Así mismo, se realizaron doce catas en la cima del Cerro de la Miel al aparecer cerámica y restos al realizar los hoyos de una plantación de olivos. Fue en este lugar, próximo al Cerro de la Mora, donde se localizó una espada de lengua de carpa que demuestra la existencia de un asentamiento del Bronce Final.
En noviembre de 1986 la periodista María Dolores Fernández-Fígares escribía en Ideal un amplio reportaje titulado El Cerro de la Mora o la herencia de una ciudad de hace más de tres mil años. Tras calificarlo como uno de los más importantes de Andalucía, y señalar su superficie (unas 10 hectáreas) da a conocer el resultado de seis años de excavaciones. Según la prueba del carbono 14 se pudo datar que la mayor antigüedad de los restos aquí encontrados se remontan hasta 1.700 a. C. Para el arqueólogo Mauricio Pastor podría tratarse de una ciudad llamada Vesci Flaventia, localizada cerca de Ilípula, pues se encontraron monedas con la leyenda Vesci.
También el profesor Carrasco relaciona la mítica civilización de Tartesos con este yacimiento al haberse encontrado fragmentos de cerámica con retícula bruñida. De la Edad de Bronce se localizaron importantes restos de la aleación de cobre y estaño (cuchillos, fíbulas para sostener el manto,…)
En la falda del monte hallaron una extraordinaria secuencia de estratos cuya parte más baja corresponde a restos de cabañas de la época argárica, de planta oval o rectangular, con techumbres de ramas sostenidas sobre postes de madera, donde vivían los hombres que todavía no conocían la metalurgia del bronce. En este yacimiento también se han encontrado restos fenicios de fecha tan temprana como el 790 a.C. lo que pone en evidencia que la capacidad comercial de este pueblo no se limitaba exclusivamente al litoral.