EL suelo-subsuelo de Galera es de oro, de oro histórico, pero de oro. Sus terrenos albergan verdaderos tesoros de la Historia que a lo largo de los han ido apareciendo y dejando a los vecinos de este pueblo del altiplano maravillados así como a toda la comunidad científica. Pasear por estas tierras un domingo como el de hoy es un auténtico viaje en el tiempo. El conjunto arqueológico de restos argáricos como Castellón Alto e ibéricos como Tútugi, en cerro El Real, son una joya que permite conocer un poco más a nuestros antepasados.
Caminando y caminando se llega hasta Castellón Alto, un yacimiento arqueológico encuadrado en la cultura del Argar, que se desarrolla hacia el 1800 a.C. Sólo hay que tener en cuenta antes de adentrarse un poco más en los detalles históricos que es el yacimiento arqueológico abierto al público más antiguo de Andalucía. Los orígenes de la cultura argárica los sitúan los historiadores en las comarcas de la actual provincia de Almería, pero pronto se desplazaron buscando lomos y tierras con ciertas ventajas estratégicas. Estas características las reunía el Castellón Alto, que fue acondicionado mediante terrazas en sus laderas, hasta establecer tres de ellas, en donde se levantaron las cabañas que lo poblaron.
Algunas de esas características las mantiene el Castellón Alto, como se peculiar paisaje, y se han ido descubriendo, además, más detalles desde 1982 -año en que se descubrió como yacimiento arqueológico-. Las campañas de excavación dirigidas por el departamento de Prehistoria de la Universidad de Granada han sido las que lo han puesto en valor.
El hallazgo de un muro que rodeaba la parte superior del poblado como en una especie de acrópolis, el descubrimiento de un aljibe de una capacidad de 20.000 litros dentro de esta misma fortificación y la gran recuperación de la Momia de Galera han sido de los más importante. La aparición de la “momia” ha permitido saber mucho más de aspectos tan dispares como artesanías textiles o de la madera, enfermedades, alimentación, rituales funerarios… Es más, han convertido al Castellón Alto como obligado referente de esta cultura del Argar.
Estos descubrimientos proyectaron el yacimiento y se hizo patente la necesidad de recuperar las estructuras, cabañas, calles, sepulturas, aterrazamientos… Fue entonces cuando se inició con más ímpetu la rehabilitación. Además, se puso todo el empeño en ofrecer a los visitantes una visión lo más real posible de las formas de vida y muerte de aquellas gentes. Por ello se han restaurado varias sepulturas, las plantas de casi todas las cabañas excavadas hasta ahora, el muro de fortificación de la acrópolis, el aljibe y su brocal, así como la rehabilitación de una cabaña completa alzada hace varios años… El Castellón Alto es, junto con el de Millares, el único yacimiento prehistórico restaurado en Andalucía.
Los rituales
Por otra parte, el subsuelo de Galera ha albergado durante siglos otra joya. Se trata de la necrópolis ibérica de Tútugi, descubierta como tal en la segunda década del siglo XX, y que es en la actualidad un clásico en la arqueología ibérica. Cuentan que en total, se excavaron cerca de cuatrocientas sepulturas distribuidas en tres zonas, en función de la envergadura de los enterramientos y del valor artístico de los ajuares funerarios que contenían. La Zona I, por ejemplo y para que se hagan una idea de lo que es, presenta sepulturas -generalmente cámaras cubiertas exteriormente por tierra, denominadas túmulos- alguna de las cuales alcanza exteriormente un diámetro de unos veinte metros.
El valor artístico e histórico de los ajuares funerarios enterrados en este sector ha hecho decir a especialistas que se trataba de verdaderas “tumbas principescas”. El Museo Arqueológico Nacional de Madrid guarda piezas tan significativas como la Diosa de Galera (s. VII a. C.), imagen fenicia de la diosa que para ellos representaba la fertilidad, Astarté. Es considerada por muchos como una pieza única, aparecida en el denominado túmulo número 20 de su necrópolis ibérica. Es una imagen de la que se ha escrito y hablado mucho.
La época ibérica supone un espectacular desarrollo cultural, que hace surgir al norte de la ciudad ibérica una extensísima necrópolis de enterramientos tumulares sin parangón en toda la península, según los investigadores. Poco a poco se fueron descubriendo materiales y objetos con las excavaciones y en 1931 toda el área fue declarada Monumento Nacional.
Así, cuentan que lejos de influir negativamente, la romanización potenció aún más el esplendor de ciudad situada en El Real, que siguió manteniendo el mismo nombre de Tútugi. Entre las lápidas toponímicas de los siglos II y III de nuestra era que se conservan en el Museo Arqueológico local, hay una que informa sobre la categoría de municipio que había alcanzado la población. Interesante.
En estos últimos años, después de muchos de olvido, el Castellón Alto y la necrópolis ibérica han sido escenario de grandes descubrimientos. La Diosa fenicia de Galera, el poblado argárico del Castellón Alto, la Momia de Galera” – aparecida en este último yacimiento a finales de 2002-, han sido algunos de los grandes hallazgos. A todo esto se suma el edificio singular excavado en la necrópolis de la antigua ciudad ibérica de Tútugi.
Se trata de un enterramiento que, por sus características, se sale de todos los patrones conocidos en el área ibérica de la península. Fue, para sus descubridores, la tumba de algún destacado personaje -quizá un sacerdote- de la sociedad ibérica tutugiense de mediados del siglo V a. C.
Galera ha ido recuperando poco a poco a su Diosa, su Momia y acumulando premios que ahora se pueden incrementar si es elegida como una de las siete maravillas de la provincia. Una verdadera joya.