La iglesia actual fue finalizada el 22 de octubre de 1595.

En 1549 don Andrés de Ortega, acabó un cuerpo pequeño de iglesia, aprovechando los cimientos románicos de otra que había anteriormente.

En 1593 se encontró un ornamento de cura muy viejo y roto, según fuentes del archivo diocesano.

La iglesia fue construida de planta rectangular con una sola nave con dos tramos y dos ventanas a cada lado.

En el exterior se destacaba la portada a los pies de la iglesia, con un arco de medio punto, flanqueado por dos pilastras simples y semiadosadas, por encima del arco corría un dintel, formado por filetes rehundidos, y sobre éste una pequeña basa, rematada por una sencilla cruz ambas igualmente rehundidas. Enmarcando a las mismas, se alzaban dos pináculos en forma de pirámide que continuaban a las pilastras, cerrándolas.

Sobre la portada y coronando el edificio, había una espadaña, cerrando en arco de medio punto y con tejadillo.

Toda la cubierta es de dos aguas utilizando la teja árabe y es de destacar, como nota curiosa, el pequeño contrafuerte, situado a la izquierda de la fachada. El conjunto es de ladrillo encalado, excepto la portada que en la actualidad ha sido desgraciadamente revestida de plaquetas simulando ladrillo visto.

El interior, como dijimos es de una sola nave, con restos de lo que sería, en su techumbre, un posible artesonado mudéjar, del que quedan sólo los tirantes y la forma del almizate y las gualderas, sustituidas por un estucado con rosetones. En las paredes laterales conserva todavía cuatro preciosas hornacinas renacentistas con imágenes de este siglo.

La Capilla Mayor, de planta cuadrada, presenta un arco triunfal carpantel, rebajado, y cubierta con cúpula sobre pechinas.

La sacristía, situada en la cabecera, es de planta rectangular. El coro, por su parte, se sitúa a los pies y en alto.

La Capilla Mayor tiene un retablo renacentista que hoy se conserva parcialmente.

Distribuidas por la iglesia se encuentran las siguientes obras escultóricas: del siglo XVIII, podemos ver El Nazareno, Virgen de los Dolores y San Juan Evangelista, todos ellos de madera policromada. Una pintura del “ Hece Homo “ del siglo XVI.

Podemos encontrar varias esculturas más destacando entre ellas a San Roque y la de la Virgen de Fátima.