El patio del Cuarto Dorado toma su nombre de los grutescos del techo árabe repintado de este color en época de los Reyes Católicos.
Se abre al patio por un pórtico de tres arcos con columnas que tienen bellos capiteles de orejas de tradición almorávide. En el centro del patio hay una fuente baja de mármol con gallones, y a un lado una reja da paso al camino de guardia abovedado que comunica este patio con el patio de la Reja.
Este patio lo podemos ver en grabados decimonónicos convertido en viviendas con balconadas nuevas, y en estado lamentable de conservación. Este aspecto lo ocasiona el abandono del siglo XVIII y de la primera parte del XIX. Interviene en esta zona Rafael Contreras en el siglo XIX, Modesto Cendoya en 1906-1907 y don Leopoldo entre 1926 y 1930.