El Castillo de Restábal data del siglo XIV, de época Nazarí y desempeñó el cometido de control de las alquerías circundantes y punto de control de paso desde El Valle de Lecrín a la Costa, pasando por Restábal y los Güajares. Se aprecian fragmentos de lo que debió ser una muralla. Fue destruido por el Marqués de Villena en 1491. La abundancia de restos arqueológicos sugiere que aquí pudo estar situado uno de los antiguos pueblos moriscos de Naro o El Cantil.
Se conserva parte de su recinto murado, por lo que puede deducirse el trazado de su perímetro.
El resto más importante de este castillo lo constituye un gran aljibe rectangular, dividido interiormente en cuatro naves paralelas, comunicadas entre sí por dos arcos de herradura de ladrillo.
El estado en general del castillo es malo, encontrándose totalmente abandonado. Desde aquí se pueden contemplar la mayoría de los pueblos del Valle.
Recientemente se ha inaugurado en Restábal su primer alojamiento rural ubicado en una antigua casa perteneció a don Juan de Alconada, visitador y vicario del Valle de Lecrín y beneficiado de Restábal, que en el año de 1540 compró a dos moriscos.