Además del popular Puente de Tablate, en su comunicación con Talará, hacia Lecrín, en El Pinar hay un acueducto que aunque construido por los romanos es llamado popularmente ñde los morosñ y está todavía en uso. El resto de los monumentos destacables es de carácter religioso como la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción, en el Barrio Bajo de El Pinar; la ermita de San José, en el Barrio Alto, la iglesia también de San José en Izbor con artesonado mudéjar y la de Tablate, hoy en desuso, que igualmente conserva artesonados mudéjares. Peculiaridades Todo el casco urbano de Izbor es una concesión a la historia, con su trazado casi árabe y sus rincones recoletos. El 3 de mayo, durante las fiestas del Santo Cristo del Zapato (llamado así porque tiene un zapato pintado a sus pies), se organiza una romería a su ermita, desde la que se divisa todo el Valle de Lecrín. Durante las de San Roque tiene lugar una vieja tradición conocida como ñEl revoloteo de la banderañ, especie de baile que practica por las calles el abanderado de la hermandad. El anejo de Tablate se encuentra totalmente despoblado.

Historia

Aunque hay ciertos indicios que permiten pensar en un asentamiento poblacional en este lugar mucho antes de la dominación islámica, lo cierto es que fue durante esta etapa histórica cuando alcanza cierto renombre, e incluso la nominación de uno de sus núcleos, Izbor, que proviene de un vocablo claramente árabe. Su situación en medio del Valle de Lecrín, en el camino hacia la Costa, y la calidad de sus productos agrícolas hicieron a lo que hoy es municipio de El Pinar jugar un importante papel en el abastecimiento de Granada. También esta circunstancia lo llevó a actuar con protagonismo en el levantamiento de los moriscos en el siglo XVI, lo que le valió su despoblamiento casi total cuando el conflicto acabó con la expulsión de los seguidores de Abén Humeya. Actualmente, al estilo de la administración andalusí, está formado por dos enclaves urbanos como si de una tahá se tratase: Pinos del Valle e Izbor.