Lanteira ofrece al visitante su preciosa iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Anunciación, de estilo mudéjar y construida en el siglo XVI por Ambrosio de Villegas sobre una antigua mezquita árabe, que conserva su artesonado y un rico retablo de madera policromado en oro. Tiene también una recoleta ermita dedicada al Santo Cristo, en la Torre Vieja, que fue levantada en el siglo XVIII. Cuenta asimismo con lo que se denomina el Castillo del Barrio, o de los Moros, y la Fortaleza de la Reina; aunque del primero sólo queda parte de uno de sus muros y de la otra un aljibe. Dicen que hay restos de unos baños árabes (un solo muro de un metro por uno) pero se encuentran en una finca particular y muchos de los vecinos ni siquiera saben donde están. Peculiaridades Eminentemente agrícola y ganadero, tiene dos tradiciones antiquísimas que se mantienen en todo su esplendor: la que se denomina ñpintar la pájarañ a comienzos de febrero, durante la que se reúnen las familias y grupos de amigos para tomar buñuelos y otras delicias caseras, y el jueves Lardero, el Carnaval de los niños, una ocasión para que estos, sin colegio, se disfracen y se diviertan. Lanteira tiene también extracción de pizarra y ahora se ha instalado una factoría para convertirla en suelos, chimeneas y demás, así como un aserradero de madera.
Historia
Enclavada en terrenos que forman parte del Parque Natural de Sierra Nevada, integrante de la comarca del Marquesado del Zenete, Lanteira fue fundada durante la etapa histórica del Bajo Imperio Romano y por la riqueza en plata de la zona, cuyas extracciones se mantuvieron hasta el siglo XIX, se llamó Argenteira aunque cambió de nombre después de la Reconquista cristiana. En la época árabe gozó de gran prestigio y sus baños fueron famosos en toda la comarca del Sened. Más tarde, tras la expulsión de los moriscos, la villa quedó prácticamente desierta y años después fue repoblada con colonos procedentes del norte de la península.