La iglesia parroquial fue construida en el siglo XVIII sobre una de 1502 que a su vez sustituyó a la antigua mezquita. Tiene un magnífico retablo barroco en madera dorada del siglo XVII y una imagen de la Virgen de la Cabeza que fue donada por los Reyes Católicos en el siglo XV. El museo etnológico ñPedro Antonio de Alarcónñ, inaugurado en 1972 para conmemorar el primer viaje del escritor a la comarca, está ubicado en la Casa de la Cultura y guarda aperos de labranza, artesanía, tejidos, algunas tallas del siglo XVII y litografias del propio Alarcón. Se conservan además dos lavaderos públicos bajo las fuentes de Hondera y La Pileta, que estuvieron en uso hasta 1965. Peculiaridades Capileira tiene numerosas fuentes de agua natural en todo su término: del Ministro, Fría, de la Escopeta, del Calvario, del Cerezo, del Carril y del Cubo, además de las ya mencionadas Hondera y La Pileta. Pueden visitarse parajes espléndidos de frondosa vegetación o extraordirarias vistas como el cauce del río Poqueira, el Refugio (a 2.500 metros de altitud), las Eras de Aldeire o el Mirador, con barandillas sobre el barranco y desde donde se ven los otros pueblos y la cumbre del Veleta. Su casco urbano, que se conserva íntegro con la arqitectura tradicional alpujarreña, está dividido en tres barrios: Bajo, que fue centro social y religioso hasta el siglo XVII; Medio, en torno a la iglesia y centro de actividades hasta la primera mitad del XX, y Alto, en auge desde la construcción de la carretera. El día primero de noviembre se celebra la fiesta de las castañas, durante la que se distribuyen miles de kilos de este fruto asado y acompañado con aguardiente.
Historia
La existencia de Capileira se remonta, cuando menos, a la época de los godos; aunque algunos autores sostienen que pudo ser anterior, durante la dominación romana. En cualquier caso su nombre procede del término capilaris-e que significa cabecera o lugar más elevado; o bien del latino capitellaria, derivado a su vez de capitellun, que significa cumbres. Dada su ubicación casi inexpugnable, en mitad del barranco del Poqueira, fue de los últimos lugares en aceptar la llegada de los árabes y más tarde de los cristianos. Tras la expulsión de los moríscos quedó despoblada y Felipe II llevó a ella colonos de otras regiones. Actualmente es Conjunto Histórico Artístico y paraje natural junto con Pampaneira y Bubión