En la llamada Cueva de Cacín, en la zona conocida como Los Tajos, aparecieron restos arqueológicos del Neolítico, entre ellos el famoso Vaso de Cacín que se encuentra expuesto en el Museo de este género de Madrid, mientras en la localidad sólo puede admirarse una fotografía del mismo. Es extraordinario el Puente Romano, sobre Los Tajos, testimonio inequívoco de que en la época del Imperio ya estaba habitada esta zona. También se han encontrado tumbas prehistóricas en el anejo de El Turro, que se encuentran ahora en fase de estudio y documentación. Peculiaridades El anejo de El Turro, precisamente, es un núcleo de población cuyo casco urbano se ha conservado tal cual era cuando se construyó, sin haber sufrido con el paso del tiempo el impacto de las edificaciones modernas. Es un lugar donde se respira paz y serenidad, por lo que merece ser visitado además de por su singular belleza. Durante las fiestas populares se celebra en Cacín el conocido como Día de las Merendicas, una especie de romería durante la que disfrutan los vecinos del campo en familia, comen, beben y cantan en una jornada de convivencia. Hasta hace unos años se hacía en el Cortijo del Amo pero ahora tiene lugar en Los Minaretes, junto al río. Cacín tiene cada vez más cultivos ecológicos, sobre todo de almendros y espárragos, así como un río con grandes truchas en el que se organizan campeonatos provinciales de pesca.

Historia

Situado en la margen derecha del río de su mismo nombre, cerca del pantano de los Bermejales y en la vertiente norte de Sierra Tejeda, Cacín es un lugar privilegiado de la naturaleza. Su nombre procede del gentilicio familiar Abul Casim y estaba en plena ruta de los cortijos entre Alhama y Granada. Su fundación como pueblo, sin embargo, data del siglo XVIII y ha estado siempre históricamente ligado a todos los del Poniente granadino, lo mismo en la época musulmana que tras la cristianización una vez reconquistada por los Reyes Católicos y más tarde por la presencia de tropas napoleónicas durante la invasión francesa en la península. Sufrió ferozmente las consecuencias del terremoto que asoló la región en la Navidad de 1884 y tuvo que ser reconstruido en buena parte.