El principal es la iglesia parroquial, que fue construida en el siglo XV, antes que la mayoría de las demás de la comarca, casi todas del XVI, aunque sufrió una reedificación en el XVII con la llegada de los nuevos pobladores. Hay también restos de una antigua mezquita árabe y lo que podría considerarse de un molino de aceite, hallazgos que fueron investigados por la Universidad de Granada. Y pueden verse edificios en ruinas y las viejas galerías de lo que fueron las minas de hierro del Conjuro. Peculiaridades Aparte de lo atractivo que resulta la propia estructura urbana del municipio, típicamente alpujarreño en su mayor parte, Busquístar disfruta de espléndidos paisajes y de numerosos lugares en plena sierra por los que practicar tanto senderismo como deportes de aventura o de riesgo.
Historia
Ubicada en el mismísimo barranco del río Trevélez, conserva la estructura bereber tanto en sus calles como en sus viviendas, de clásico estilo alpujarreño. Durante los siglos XIII al XV, de dominación árabe, Busquístar dependió de la taha de Ferreira y con ello, aunque indirectamente, de Granada. Estaba formado en un principio por gran cantidad de cortijos y de caseríos diseminados por lo que hoy es su término municipal, pero todos muy habitados. Sufrió, como el resto de la comarca, la represión que siguió a la sublevación de los moriscos y tras la expulsión de éstos, al término de la guerra, tuvo que ser repoblado con colonos procedentes de otras regiones. La ordenación administrativa lo hizo depender primero del partido judicial de Albuñol y en el siglo XIX pasó al de Órgiva. Sus minas de hierro han estado en explotación hasta una época muy reciente y de ella dependieron muchas familias.