Nuestra ruta comienza en Bubión, uno de los pueblos más típicos de la Alpujarra granadina, situado en pleno barranco del Poqueira, entre Pampaneira y Capileira. Buscamos las calles que caen al barranco para entroncar con la senda que nos va a llevar en breve tiempo a Pampaneira. Una vez en ésta, tras pasear por sus lindas calles buscamos la plaza y nos recreamos con el ambiente comercial, bullicioso y multicultural de su Plaza de la Libertad.
Buscamos en el extrarradio el panel informativo, que nos recuerda que nosotros seguimos nuestra ruta, buscando nuevas sensaciones y paisajes. Seguimos descendiendo entre cultivos y paratas, buscamos el río Poqueira, el puente y la central eléctrica. Vamos faldeando Loma Navarra por encima de la carretera y sin perder de vista el espléndido descenso de nuestro río, entre una floresta que parece sacada de un cuento de hadas, llegamos a la antigua Venta del Aire. Descansemos aquí un momento y volvamos la vista atrás, hay que despedirse del magnífico y singular barranco del Poqueira.
Seguimos caminando, el paisaje cambia, nos cruzamos con una pista forestal que conduce, primero a un complejo de casas forestales y vivero de repoblación y después al paraje natural y área recreativa de Puente Palo, muy conocido y utilizado por las familias de la comarca para pasar unos días en plena naturaleza. Un nuevo valle comienza a intuirse.
Nos acercamos a la carretera que nos va a acompañar a una nueva población, es Soportújar. Buscamos la fuente de los Leones y un nuevo panel informativo del GR-7 nos da la bienvenida. Tras echar una mirada por el entorno urbano salimos buscando la Fuente del Chorro e iniciamos nuestro sendero de nuevo. Nos esperan dos trayectos diferentes un ascenso buscando el lecho del río Chico y un descenso hasta Cáñar.
Continuamos nuestra andadura junto a la acequia de Parrales, cuando lo consideremos conveniente nos podemos parar y mirar al sur, la vistas sobre el valle de Órgiva-Guadalfeo son impresionantes. Una de las fotos más atractivas que podemos ver desde la Sierra, especialmente si la hacemos en invierno, con las primeras nevadas, es mirar al Sur y ver Sierra Lújar con su cucurucho blanco, que casi la tocas con la mano, con el valle del Guadalfeo por medio. ¡Es alucinante!, !No os lo perdáis¡
Llegamos al dique 24, entorno de curiosa belleza que bien merece una parada, construido por la División Hidrológico Forestal en 1929 para encauzar las crecidas del Río Chico. Pasamos al otro lado del río, caminamos, cruzamos el barranco de Barjas y más tarde la fuente de la Virgen de las Angustias, una ermita y el cementerio, después, finalmente, Cáñar. Visitamos este pueblito alpujarreño, su iglesia y su plaza. El río Sucio, que coge este nombre a la altura de Cáñar, lo forman cuatro barrancos que nosotros atravesaremos con nuestro sendero: son el barranco de las Parrillas, de las Peñas, de los Hundideros, y del Cañuelo. Bastante más abajo entrará en el valle de Órgiva por las Barreras y el pago morisco de Benizalte. Seguimos por nuestro sendero y tras bordear las bases del cerro de la Mimbre y del Castillejo nos encaminamos hasta Lanjarón.
No podemos pasar por alto Órgiva, pues nos entra por los ojos, sin nombrar a la capital de la Taha del mismo nombre. Albacete de Órgiva es un maravilloso vergel de olivos centenarios y huertas a las orillas del Guadalfeo. No podemos obviar su Palacio de los Condes de Sástago, hoy restaurado como ayuntamiento, las dos torres de su iglesia del XVI, su plaza de la Alpujarra, su mercado de los jueves, su población ya cosmopolita e internacional, su archivo-museo “Ruiz de Almodóvar” y sus diferentes pagos de sabor andalusí como Sortes, Benizalte, Benecied, Tíjola, Los Agustines, etc.
